LA RESIDENCIA ENCANTADA
Fecha: 30/05/2023,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
No escuché el ingreso a la habitación. Había cerrado la puerta del baño para que no salga la humedad de la ducha. No tenía dudas que Clarisa sabría entretenerlos muy bien. Cuando terminé de secarme y volví al dormitorio la nena estaba sobre el borde de la cama con las piernas bien abiertas y Clarisa se la estaba chupando. El pibe de rodillas, sobre la alfombra, chupándole el culo y concha a mi amante. Sin duda estaban muy “entretenidos”. Si bien todavía vestidos, se veían contentos. Sin duda eso que hacían era indicación de Clarisa.
-Hola chicos, buenas tardes. – Todos retiraron las bocas de su ocupación.
-Buenas tardes señor.
-Perdoná papi que no te esperamos…
-Me parece perfecto. Es un placer que estén aquí.
-¡Para nosotros también! – Quien respondió fue Nelly. – La señora Clarisa es un amor de amable.
Parece que la nena llevaba la voz cantante. Ahora, viéndola en la actitud pasiva, con las piernas abiertas, me parecía más chica… ¡no más de 18 años!
-Vení tesoro, dejémosle la cama a ellos…, por ahora. - Clarisa se llevó al chico al sofá y comenzó a desnudarlo con su reconocida experiencia y capacidad. ¡Siempre fue una perfecta alumna! ¡De Mami había aprendido todo lo necesario!
¡Lo primero es lo primero! En cuanto le bajó los pantalones, se llevó la pija a la boca. Jorge cerró los ojos embelesado.
No más bola a lo que ellos hacían. Dediqué mi atención a Nelly. De cerca y con detalles, era una verdadera nena. No sé si llegaría a los 18… ¡Espectacular! Me ...
... arrodillé entre sus piernas reemplazando a Clarisa. Ésta solamente había corrido la tanga para chuparla.
Le indiqué que levantara un poco las caderas. Levanté la pollerita, bajé la tanguita… y vi el espectáculo de gorditos labios externos y su húmeda y rosada rajita. Sólo había dejado un corazoncito de vello púbico castaño sobre el Monte de Venus. No demoré más y me incliné a chupar. La nena gemía despacito, con los ojos en blanco. Hizo el gesto de sacarse la blusa.
-No, no. Dejátela. Luego la saco yo. – Nelly volvió a concentrarse en mis lamidas.
Realmente sabor y aroma eran riquísimos. Metí la lengua todo lo posible y luego fui al clítoris. Su orgasmo fue intenso y abundante. ¡Una gran calentona! Sorbí y limpié todo lo posible.
-¡Ahora sí, tesoro! - La tomé de las axilas para pararla. Levanté la blusa y sus tetitas aparecieron gloriosas. Todavía tenía mis manos en la blusita y ya le estaba chupando los potentes y duros pezones, de un rosado intenso, mirando al cielo en unos conos perfectos.
Luego de retirarle la blusa, seguí chupando y fui con mis manos a su pollerita. Dado que sus caderas hacían difícil bajarla, la saqué por arriba, dejando un instante los pezones. ¡Al fin desnuda! ¡Una hembra perfecta! Me alejé un paso y la hice girar. No era una escultura griega, solamente por tener una muy pequeña cintura.
-¡Tesorito! ¡Sos el paraíso en la tierra!
-¡Muchas gracias ingeniero Daniel! – ¡Volvió a hablar, al fin! – Es usted muy dulce y amable…
-La dulzura sos vos… - Le ...