LA RESIDENCIA ENCANTADA
Fecha: 30/05/2023,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... besar y chupar más tiempo, diez minutos por lo menos, es muy rica y sabrosa, tibia y húmeda… ¡me gusta mucho!
-Pero luego de cinco minutos duele la mandíbula…
-¿Cómo lo sabés? ¿La chupaste alguna vez?
-¡Jajaja! Me lo dijeron muchas buenas mamadoras… ¡Jajaja! – No dejaba de besarla y acariciarla. Algo que nos gustaba a los dos. – Mi esposa había inventado una manera de mamar muchos minutos sin que le molestara la “quijada”, como decía…
-¿Qué cosa hacía?
-Nunca me lo quiso decir… ¡para qué yo no sé lo enseñara a otra! ¡Jajaja! Pero no importa mi amor. En la próxima me lo hacés el tiempo que quieras…
-¿Cuándo habrá próxima?
-Luego, más tarde. No te preocupés. Ahora quiero darte besitos… Acostate y levantá las piernas. Eso, así, sobre mis hombros…
Me agaché hacia sus muslos. Besos a un lado y otro. Tan suaves, tan aterciopelados…
-¿Sabés, mi amor? Cuánto más miro tu conchita más me gusta. ¡Es tan de nena!
Ya estaba con mi lengua acariciando sus labios. Con las manos amasaba sus tetas. Nelly suspiraba.
-¡Ay papito! ¡Qué rico! ¿Te gustan mucho las conchitas de nenas?
-Mucho, siempre. – Retiré mi boca para hablar, pero le introduje un par de dedos. ¡Lo importante es no dejarla vacía! – Desde que tengo uso de razón me gustan las conchitas. De la primera que me acuerdo es la de una vecinita muy chiquita, como yo, más o menos. No habíamos empezado en la escuela. En ese pueblito de… campo, no había jardín ni preescolar. La mamá es vecina y amiga de mi mamá. Por ...
... entonces nos bañaban en el fuentón, una gran tina redonda de zinc, chapa…, o algo así. Estaban en casa. No sé por qué iban a bañar a la nena en casa. Yo estaba mirando como la desnudaban sobre una mesa, con frazadas. Nadie me había echado o dicho que me fuera. Yo miraba… Quería saber cómo era una nena desnuda. En un momento mi mamá y la mamá de la nena salieron de la habitación y fueron a buscar algo. Yo me incliné para ver…, y me pareció una boquita, ¡con labios y todo! No pude resistir la tentación de darle un besito. ¡Me pareció tan linda! Muchos…, pero muchos años después, me enteré que algunos la llamaban “la sonrisa vertical”. Le hice seña con el dedo ¡shhh! Ella sonrió y me dijo “si” con la cabeza. La volví a besar y salí.
Por supuesto, mientras hablaba lamía a Nelly, la besaba, la masturbaba… Ella gemía y suspiraba, siempre con una sonrisa de felicidad. Los minutos con Nelly pasaban muy rápido.
-Bueno… tesoro. Esa fue la primera vez. Mi amiguita quería que se lo hiciera todos los días. Y así fue, mientras teníamos oportunidad de estar solos, lo que ocurría casi siempre, dado que éramos nenes “muy buenos”.
-¡Jajaja! ¡Nene pícaro desde chiquito! – Nelly me acarició dulcemente los cabellos.
-Y… la cosa fue avanzando…, hasta que llegué a meterle la lengua y lamerla toda. ¡Nos encantaba con locura!
-¿Nunca hiciste que te la chupara?
-Desgraciadamente no sabía nada de eso por entonces. Hasta un par de años más tarde y en otro pueblo, no supe nada del sexo como tal. Lo que ...