1. HAY QUE TRABAJAR


    Fecha: 04/06/2023, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... la silueta!
    -¿Su señora le exige atletismo? – ¡Hay “triple” intención en esa pregunta! ¡Muy buena la nena!
    -¡Jajaja! ¡No es ese el caso! Soy viudo desde hace nueve años…, y no necesito régimen para ser atlético…, en ciertos momentos…
    -¡Perdón, perdón, ingeniero! ¡Soy una bocona irrespetuosa! ¡Perdone, por favor! ¡Lo siento mucho! – Danna parecía sinceramente avergonzada de su comentario.
    -¡Jajaja! No hay ningún problema. Eres una nena preciosa y picarona… Nueve años es mucho… 
    -Es… es… ¡Uy Dios! No querrá platicar más conmigo… - Allí me di cuenta. ¡Danna, además de morena hermosa, es peruana! Su forma de hablar es inconfundible.
    -¿Sabes Danna? Ahora quiero hablar contigo más que antes… ¿Puede ser?
    -Si, claro, todo lo que quiera. ¿No se enojó? 
    -¡Creo que contigo no podría enojarme jamás! Luego…, digo…, luego del trabajo, podríamos ir a algún lugar, digo…, café o confitería…, pero lejos de aquí… - Vale utilizar el momento de “debilidad” por parte de Danna.
    -¡Oh! ¡Qué pena! No puedo…, mi hija retorna de la escuela…, y no hay quien para recibirla. Bueno…, ella tiene llaves, pero no quiero que esté sola en casa…, comprenda, por favor…, lo juro ingeniero…
    -No hay problema Danna… ¿Hacia dónde vas…, cuando salís?
    -Hacia allá, al revés de la ciudad… 
    -Bien…, yo también… Podemos ir juntos…
    -Pero usted sale a las cuatro… 
    -Pero te puedo esperar… 
    -¿Cómo me va a esperar? ¡Una hora y media… casi…!
    -¿Por qué no? Creo… que valdría la pena… ¡Jajaja!
    -Pero…, su familia lo ...
    ... debe estar esperando…
    -No tengo familia…, ya te dije…
    -¿Cómo no? ¿Nadie?
    -Mis dos hijos, ya grandes, viven por la suya… Yo vivo solo, sin compañía… - Pronto sería así, por supuesto. - ¿Y tú? 
    -Bueee…, yo también…, casi…, con mi hijita…, que justamente vuelve de la escuela a las cinco y treinta… 
    -Ahhh… - Yo esperaba alguna aclaración más.
    -Estoy separada…, haciendo trámites de divorcio.
    -Ahhh…, estamos casi “iguales”… ¡jajaja! – Quería desdramatizar. Había otro cliente. – Luego hablamos…
    	Me fui. No quería que ningún control le haga problemas por no atender a clientes por la charla con el “ingeniero”… Fui a la camioneta a comer… y luego de una hora, más o menos, obra va o viene, volvía al salón, con la esperanza de encontrar a Danna…, pero resolví abandonar el intento. ¡Mejor mañana! ¡No atorar con el deseo!
    
    	Al mediodía siguiente la busqué con la mirada. Ella también. Cuando cruzamos nuestras vistas me sonrió. ¡Es preciosa! Esperé que se descomprimiera la cola de clientes.
    -Hola Danna. Un placer volverte a ver.
    -Para mí también, ingeniero…
    -¿Y…? ¿Podría llevarte a tu casa?
    -Pero…, si…, me  gustaría…, pero… no quisiera que esperara tanto… 
    -No me importa…, tengo tiempo, nadie me espera…
    -Bueee…, pero en algún momento. Veré como lo arreglo…, para que no espere tanto… ¿si?
    -No te hagas problema por la hora. Te espero. Será un placer. Esta tarde te espero en la salida sobre el Centenario… ¿te parece? ¿O vengo hasta la salida del personal? 
    -No, no. Voy hasta ...
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