HAY QUE TRABAJAR - Relatos Eróticos

HAY QUE TRABAJAR

Todo esto es muy divertido…, pero yo estoy demolido. Las chicas, por supuesto, tenían cuerda para rato. Como yo quedé tirado a lo largo del sofá, las chicas, junto con Jorge, que seguía también con ganas - ¡de veinte y dos años! – retornaron a la cama. ¡Turros! ¡Ni me fijé lo que hacían! ¿Para qué? ¿Para qué me den ganas, envidia y bronca? ¡Jodidos!
	Cuando recuperé la realidad, Jorge, haciendo una cucharita por el culo con Nelly, tenía entre sus piernas y las de la nena, a Clarisa, chupando y lamiendo pija y concha. ¡No terminaban de disfrutarla!
	No los interrumpí. Me tiré boca arriba, mirando golosamente como se divertían los guachos, meta gemidos y grititos… A los cinco minutos la tenía al palo… ¡con unas ganas! Me levanté y fui hacia ellos. ¡Algo tenía qué hacer!
-¡Dale, enganchate! - Jorge fue el primero que me vio. - ¡Hay mujeres para dos! ¡Jajaja!
	Tomé a Clarisa de la cintura y la puse en cuatro. ¡El culo estaba servido!
-¡Ahí va tesoro! – Clarisa giró la cabeza y sonrió.
-Despacito papi, así la siento más, pero dejá que siga chupando. - Se acomodó para seguir con la boca en el lugar adecuado. – Falta poquito. ¡Quiero tragarme todo!
	Yo la penetré con delicadeza, sintiendo la delicia del roce aterciopelado de su recto. Nelly y Jorge se besaban. La nena comenzó a estremecerse. ¡El momento del orgasmo! Clarisa acentuó la chupada. Estaba tratando de sorber todo el fluido que dejaba escapar la pija de Jorge cuando llegó la eyaculación. ¡Tremendo terremoto entre ...

... los dos!
	Jorge la dejó adentro mientras se seguían besando ardientemente. Se escuchaba el ¡glup! ¡glup! ¡glup! de Clarisa. ¡Estaba ansiosa para que Jorge le destapara el buco a la nena! Yo no me hacía problema. Estaba bombeando plácidamente el magnífico culo de Clarisa. ¡Tragando semen y fluido vaginal, seguramente tendría una soberana acabada! Yo le metí dos dedos en la concha para activar. 
	¡Y así fue! Cuando Jorge se retiró y Nelly comenzó a escurrir, llegó el estremecimiento de Clarisa…
-¡Aaaahhh! ¡Aaaahhh! ¡Asíííí! – La tomé de la cintura, para que no se “escapara” y me tiré sobre su espalda. ¡Fue justo mi momento! Nelly levantó la cabeza y me vio.
-¡Sí! ¡Así! ¡Dejámela! – Saltó de la cama para ponerse atrás de mi amante. - ¡Es la mía! 
	¡Y adhirió su boca al ojete de Clarisa! ¡Nuevamente un show completo!

	Nos relajamos quince o veinte minutos. Luego nos bañamos, Nelly y yo, por un lado, y Clarisa y Jorge por otro. Sin duda, ellos compartieron jabón, esponja, pija, concha y culo como nosotros. La última y rápida refregada de la tarde. 
Se vistieron y luego de saludos, abrazos y besos, se fueron sonriendo, prometiéndonos nuevos encuentros en algún momento. Ambos sabían que Gaby tenía los teléfonos. Clarisa y yo nos acostamos juntitos, sobre la húmeda sábana, pero no nos preocupamos. Nos dormimos abrazados y cariñosos. Nos besamos y nos animamos mutuamente. “¿Qué lindo la pasamos, no?” “Lindísimo. ¡Divinos los chicos!”

-Papito… – Una o dos horas más tarde. - ...