1. HAY QUE TRABAJAR


    Fecha: 04/06/2023, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... sola a mi nena. Allí está, ahí viene…
    -¿Solita? – Una nena preciosa, como la mamá. 
    -No, allá está la señora que la trae. La escuela está a la vuelta. Doble turno.
    -¡Oh! ¡Pobrecita! ¡Todo el día!
    
    -Gracias Dani. Ha sido un placer. 
    -Danna… - Me incliné hacia ella. Nos besamos en la mejilla…
    -¡Jajaja! Ahora Jazmín me va a preguntar: “¿quién es ese señor al que le diste un beso?”
    -¡Jajaja! ¡Curiosa!
    -Hasta mañana Dani.
    -Adiós Danna, nos vemos.
    La nena corrió hacia su mamá. Ella saludó con la mano a la vecina y alzó a la nena besándola. ¡Escena tan familiar!
    Varias cosas me gustaron. Danna no tuvo problema que la llevara hasta la casa: vecinos curiosos… No tuvo problema que su hija nos viera besándonos, aunque sea solamente en la mejilla… Y bueno, creo que quedó implícito que este viajecito, podría ser el prolegómeno de algo mejor.
    
    No quise ser cargoso… Al día siguiente fui a su caja, pero no hablé de viaje ni nada. No se lo iba a anticipar. Que traiga o no ropa linda no me importaba. Cualquiera sería buena para mí. Solo le comenté que Jazmín era preciosa. A Danna le encantó.  
    Dos días más tarde le dije.
    -¿Luego te llevo?
    -Bueno, si. Gracias. - No tuvo dudas. Ya no le importó que la esperara una hora.
    Viaje similar. Y conversación similar, aunque ella no había venido tan elegante, pero hermosa como siempre. Se lo dije antes que se lamentara por la ropa.
    -Danna…, cualquier ropa contigo sale favorecida. Hasta el uniforme en tu cuerpo es agradable…
    -¡Sal, ...
    ... mentiroso! ¡Jajaja! – Me dio una palmadita en el muslo. Buena señal.
    Nuevamente la recibió la nena, y esta vez me saludó con la mano. No bajé. Así fue otro par de días; en el siguiente, bajé para saludar a Jazmín.
    -El señor es el ingeniero Dani, que trabaja en la reforma del híper…, y se ofreció a traerme…, porque tiene que viajar… hacia allá…
    -No Jazmín… - Danna me miró con entrecejo. – Yo la traigo a tu mamá porque me gusta su compañía…, no porque me queda cómodo. – Jazmín estaba en los brazos de la mamá. Me acerqué a ella y le di un suave beso en la mejilla… - Y quería conocerte a ti.
    -¡A mí me parecía! – Jazmín es una nena muy despabilada.
    -Bueno, está bien. Así que ahora nos visitas… - Danna encaró el “siguiente paso”.
    -¡Sí! ¡Claro! Entra, que hago el café. – Parece que la nena sabe cuál es su “actividad” ante visitas. ¿Serán muy frecuentes?
    -Es que… ¡no traje nada!
    -¡Nadie te pidió nada! – Con la mano libre Danna me tomó del brazo y me introdujo en la vivienda, modesta, pero muy limpita y arreglada. Apenas si tuve tiempo de colocar el seguro. 
    Jazmín dejó la mochila y fue a la cocina.
    -Te hago el café…
    -¿No… se puede quemar…? – La miré a Danna. 
    -No te preocupes. Lo sabe hacer muy bien y es muy cuidadosa.
    -Hermosa casa. ¿Vivías acá con tu esposo?
    -Ex… 
    -Bueno, el ex… ¿vivías acá? ¿No extrañas?
    -No, para nada. Estoy mucho más tranquila. Era una persona muy destructiva, sin coherencia.
    Danna hablaba bajito. No quería que la nena escuchara… Cuando Jazmín trajo ...
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