1. HAY QUE TRABAJAR


    Fecha: 04/06/2023, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... No cenemos. Quedémonos juntos. Solos, toda la noche…
    -Si, mi amor. Solamente nosotros. - Le dijimos a Gaby. Y que nos despertara a las siete. Pero…, con su excelente servicio…, mandó a otra de las chicas a cambiarnos las sábanas. La nena también es “estilo Nelly”. Con la mini pollerita y el culito al aire. ¡Acá son todas cogibles!
    -¡Chicos! ¡Cómo van a pasar la última noche sobre sábanas húmedas de súper sexo! – Gaby nos informó por teléfono. - ¡Humedézcanlas ustedes! 
    Reiteramos durante la noche nuestra golosa posesión de los cuerpos, sexo, caricias, sueño, sexo…, toda la noche, toda la noche, hasta el teléfono de Gaby. Preparamos nuestra salida. En el lobby, Gaby, Nelly y Jorge nos esperaban. Abrazos, besos y caricias, y la promesa de encontramos nuevamente. No hubo más sexo…, pero si mucho cariño en nuestro viaje de regreso. 
    Llevé a Clarisa a casa, y yo fui directamente a la consultora que quería mi colaboración para un importante trabajo, según me dijeron. Efectivamente, había que hacer la inspección de obra en una importante ampliación y refacción en uno de los más grandes hipermercados del país. Un trabajo de unos cuatro meses. Tendría que viajar unos 70 km cada día, pero es una carretera rápida.
    Volví a casa para preparar el material para el día siguiente. Clarisa, por supuesto estaba durmiendo, Aldi en su escuela y Clara en el kiosco. Ninguna “molestia”. Mi atención en el trabajo duró poco. ¡Me fui a dormir! 
    
    Me desperté un par de horas más tarde. Clarisa ...
    ... seguía durmiendo. No sé si en algún momento se había despertado. No había señales. Me bañé, me vestí, y salí con los elementos necesarios. Me vino a la mente que la próxima semana Clara y las chicas volverían a la casa del kiosco, que por otra parte había quedada muy linda. Joaquín, realmente, es muy buen arquitecto. Sin duda, estos seis meses la pasé muy bien, pero estaba contento que se fueran. Ya me sentía un poco acosado o controlado. A casa siempre venía quien se me diera la gana, y en estos últimos tiempos me sentía un poco limitado, aunque con las chicas las pasé requetebién. Pero era hora de estar tranquilo, sin urgencias. Al fin de cuentas ahora era seis meses más viejo. 
    Dejé el auto y fui en la camioneta. Manejé hasta el híper y me puse al tanto del trabajo. No había nada raro. Una manzana de salón y tres manzanas de estacionamiento. Un trabajo sin demasiado complicaciones, solamente prestar atención y hacer un seguimiento desde cerca. 
    Seguramente el último mes, el trabajo sería nocturno, para que el híper pueda funcionar en su totalidad durante el horario normal. Actualmente, un cuarto de su salón estaba anulado por la refacción y la ampliación. Había un pequeño restaurante. Allí fui a almorzar los dos primeros días…, pero es caro y no demasiado bueno, por lo cual decidí entrar al salón y comprar algo para comer en el vehículo, que había estacionado en la otra punta del estacionamiento, bajo un árbol. Después de varias vueltas, resolví comprar un sobrecito de ...
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