1. El odioso Fernando


    Fecha: 26/09/2018, Categorías: Confesiones Autor: demoblan, Fuente: CuentoRelatos

    ... querer repetir. Bien, pues vamos a comprobarlo, aquí está. Chúpamela.
    
    —Estás loco si piensas que te la voy a chupar.
    
    —Por supuesto que me la vas a chupar. Y lo vas a hacer tu solito sin necesidad de que te obligue a ello.
    
    —Ni en tus sueños. Yo me largo de aquí —dije yo dándome la vuelta y dirigiéndome hacia la puerta de los servicios.
    
    —¿Te acuerdas de la última operación en Panamá que le costó cientos de miles de euros a la empresa y al final no se supo quién había metido la pata?
    
    —Sí… —dije yo con la voz entrecortada.
    
    —Pues bueno. Sé que fue culpa tuya.
    
    —No sé de qué me hablas —dije yo tratando de escudarme.
    
    —Vamos, claro que lo sabes. Pero tranquilo, solo lo sé yo.
    
    —¿Lo vas a contar? —dije al verme descubierto.
    
    —La verdad es que si lo contara sería una pena. No solo te despedirán, sino que además la empresa te demandará y tendrías que devolver una buena cantidad de dinero que supongo que no tienes. Eso sin hablar de las posibles responsabilidades penales. Sabes creo que serias muy popular en la cárcel.
    
    —No lo vas a contar ¿verdad? Sé que tenemos nuestras diferencias, pero si te sucediera a ti yo no lo contaría.
    
    —Por supuesto que no lo voy a contar, pero claro, esto ya sabes. Yo hago algo por ti, y tú haces algo por mí. Anda, vamos a empezar a llevarnos bien. Ven aquí y arrodillate, que tengo unas ganas tremendas de comprobar si la chupas tan bien que voy a querer repetir como decías.
    
    No tuve elección. Me dirigí hacia él y me arrodillé. ...
    ... Tenía su polla frente a mí. Aunque no estaba del todo erecta, se la veía de un buen tamaño, y de entre la cremallera del pantalón se veían aparecer unos pelos canosos. Él se iba masturbando frente a mi cara y aquello iba creciendo de tamaño. Se volvió venosa, el sonrosado glande asomó rápidamente, y por el comenzaban a asomar las primeras gotas de líquido pre seminal. Enseguida la tuvo lubricada. Me dijo que abriera la boca y sujetándose la polla con una de las manos y con la otra mi nuca, la introdujo dentro de mi boca.
    
    Al principio yo no me movía. Era él el que llevaba el ritmo. Cerré los ojos y me imaginé que aquello podía ser un plátano, o un helado, o algo por el estilo. Pero no, aquello era una polla y se notaba que era una polla. Su sabor inundaba mi boca. Mientras Fernando se reía y no hacía nada más que decirme que se la chupara.
    
    —Venga, ahora tú. Cógeme la polla y métetela en la boca.
    
    Le hice caso y agarré su polla. Traté de hacerlo lo mejor que pude, aunque, claro está, nunca había hecho algo así y se notaba la inexperiencia. Aun así, a Fernando no parecía importarle. Disfrutaba de su victoria. Eso le excitaba y hacía que estuviera totalmente empalmado. Parecía como si su polla creciera dentro de mi boca.
    
    —Ah... ah! ... sigue, sigue chupándola. No lo haces mal, sabes. Ah, ah… Creo que tienes razón, al final me va a gustar y todo como decías. Me parece que voy a querer repetir.
    
    No tenía que disgustarle lo que le estaba haciendo porque su polla estaba ...