1. La Guerrera Amazona y su Protegido


    Fecha: 19/06/2023, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Mirko, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    El anochecer me encontró atravesando un frondoso bosque de hayas, castaños y nogales. El aire estaba en calma y nada perturbaba el silencio excepto el lejano graznar de una urraca, y el ruido de los cascos de mi hermoso bayo al caminar sobre la alfombra de hojas secas que cubría el suelo. El duro camino hasta allí hizo que a esas horas me sintiera somnolienta y menos alerta de lo que solía ser habitual en una amazona.
    
    Por eso no me di cuenta de que alguien me seguía hasta que mi corcel, adiestrado en mil batallas, echó las orejas hacia atrás y piafó con recelo. Inmediatamente todo mi cuerpo se tensó, los músculos estaban preparados para la acción, y me embargó esa sensación a la vez placentera y opresiva que me acometía siempre antes de una batalla.
    
    Sin embargo, permanecí quieta, sin que nada en mi actitud permitiera suponer que estaba lista para atacar a cualquiera que fuese el que me acechaba. Unos instantes después, un grupo de helechos que crecían exuberantes bajo la sombra de un enorme nogal, se agitaron levemente y entonces, con un grito de guerra cargué hacía allí. Las patas de mi caballo chocaron con un cuerpo y un grito angustiado rompió el silencio del bosque; rápidamente desmonté y me acerqué al cuerpo que yacía inerte sobre la tierra húmeda.
    
    Se trataba de un hombre joven, de la mitad más o menos de mi tamaño, vestido con unas ropas de buena calidad pero llenas de remiendos y descoloridas por el lavado.
    
    Me incliné sobre él y me di cuenta de que no ...
    ... estaba inconsciente, sólo fingía, así que cogí la fusta que nunca utilizaba en mi corcel y le azoté la cara con ella. Inmediatamente se incorporó gimiendo.
    
    -¿Quién eres y qué buscas? -le pregunté con voz dura doblando la fusta con mis manos.
    
    -Yo...-empezó a hablar vacilante- Me llamo Lars.
    
    -¿Por qué me seguías? -pregunté con voz impasible pero dando golpecitos en la bota con mi fusta para dejar patente mi amenaza.
    
    -No te estaba siguiendo -se apresuró a decir el desconocido- Sólo quería tu compañía para atravesar el bosque, me han dicho que abundan las alimañas por aquí.
    
    - Si deseabas mi compañía ¿por qué no me la pediste en vez de acecharme entre los arbustos? -pregunté mirándolo con desconfianza.
    
    -Bueno... he oído hablar de las amazonas... -empezó a hablar pero luego se detuvo.
    
    -¿Si? ¿y qué has oído? -le azucé.
    
    -Esto... dicen que tienen un carácter irascible -terminó con gesto atemorizado.
    
    -Jajaja -reí divertida- Has oído bien, y para demostrártelo, creo que voy a atarte como si fueras un salchichón. No me fío nada de ti, pequeño.
    
    Saqué unas gruesas cuerdas de las alforjas y me dediqué a atarlo meticulosamente. Después, viendo que ya había caído la noche, preparé un campamento para pasarla allí mismo. Preparé una hoguera y saqué algo de carne seca y queso, y un poco de vino que llevaba en una bota de cuero. El desconocido me observaba desde el otro lado del claro en silencio, pero algo después el ruido de su estómago se hizo audible desde donde yo ...
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