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La Guerrera Amazona y su Protegido
Fecha: 19/06/2023, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Mirko, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... estaba y le miré con una sonrisa malévola. -¿No tienes provisiones, vagabundo? -Se me terminaron ayer por la mañana -dijo en voz baja. -Sí, lo he imaginado por los gruñidos de tu estómago -sonreí con ironía. Lars no contestó, miró hacia arriba y pareció concentrarse en contar las numerosas estrellas que brillaban en el firmamento. -¿Adónde vas? -le pregunté después de un rato de silencio. -No es de tu incumbencia -respondió con altanería. -Eres mi prisionero -dije con una voz que cortaba como el filo de una espada- Yo decido qué es o no de mi incumbencia. Lars permaneció en silencio y la ira se apoderó de mí. No me gustaba que ignoraran mis órdenes y menos un desarrapado como él; yo le enseñaría a respetar a una amazona. Me levanté y me acerqué a él, con una patada en el costado le obligué a prestarme atención, después le cogí de los cabellos e hice que me mirara a la cara. -No permito que mis prisioneros me ignoren cuando pregunto algo -dije articulando las palabras lentamente para que entraran en su dura cabeza. El vagabundo asintió con un gesto de dolor en su rostro, pero aún no estaba satisfecha. -Tienes que aprender a responder con rapidez y claridad a todo lo que te pregunte -le aleccioné sin soltarle el cabello- ¿lo has entendido? Lars no contestó. -¿Lo has entendido? -repetí elevando la voz y tirando con fuerza del mechón de pelo que sujetaba en mi puño. -Sí... -dijo al fin. -Muy bien -sonreí soltándolo- Entonces ...
... responde a mi pregunta. -Voy a Tornor -dijo Lars lanzando un suspiro. -¿Para qué? -pregunté llena de curiosidad ahora. Esa ciudad era famosa por sus hechiceros de artes negras. -Eso no puedo decírtelo -dijo con voz firme- Aunque me mates. -Mm -me quedé pensativa un momento- Está bien, no digas nada por ahora, conozco métodos que harían hablar al hombre más fuerte y tu no me pareces demasiado resistente, la verdad. Lars me miró y apretó los labios con obstinación. -Jajaja -reí divertida por su gesto- Cuando quiera lo sabré, puedes estar seguro de eso. Terminé de cenar y extendí una manta sobre un trozo de suelo cubierto de mullido musgo, luego me tumbé sobre ella pero el calor no me permitía dormir. Sin el menor pudor me quité la casaca de cuero y la suave camisa de seda que llevaba debajo. Ante la mirada estupefacta del prisionero me deshice de los pantalones de ante y de las bragas que estaban totalmente sudadas por el calor asfixiante y la larga cabalgada. Volví a tumbarme sin hacer caso de la mirada de Lars, pero el sudor corría por entre mis pechos desnudos y por la curva de mi vientre hasta llegar al ombligo. Ese calor sofocante y el recuerdo de la última vez que hice el amor con un guerrero de Altair después de la batalla ganada, hizo que me excitara mucho. Sin darme cuenta mi mano se deslizó hasta mi pubis y uno de los dedos comenzó a acariciar el clítoris lentamente, con voluptuosidad. Mis piernas se abrieron y todo el cuerpo se retorció de deseo, ...