TAREAS EN EL HÍPER 3 - Relatos Eróticos

TAREAS EN EL HÍPER 3

Yo me había quedado mudo. ¡Esta nena es tremenda! ¿Qué hacer? ¡Ni idea! ¿Y si le dice a la madre que había sido yo quien le había contado eso? Parece que ella adivinó mi pensamiento.
-No te preocupes papito, no le diré nada a nadie, mucho menos a mamita. Quiero que ella sea feliz y que vengas todas las veces que pueda jugar contigo en la cama. ¡Tan lindo lo hicieron! ¡Me gustó tanto verlos! ¡Te lo juro!
	Yo seguía mudo, sin la menor idea que hacer. Jazmín estaba casi sobre mí. Una de sus piernas la tenía sobre mi regazo. Con sus manos acariciaba mi brazo, mi pecho, los muslos…
-Te quiero pedir algo… No lo tomes a mal. ¡Lo quiero de verdad! ¡A mamá le gustó mucho! ¡Pero yo no lo vi bien! Estabas de espalda a la puerta.
-¿Qué? – Me corrió un escalofrío.
-¿Me mostrás tu pinga?
-¿Lo qué?
-Tu pistolín…
-¡Estás loca!
-Si, dale… No voy a decir nada. No te olvides que a mamá le dije que no me habías visto desnuda, que te dabas vuelta…, pero me viste varias veces… 
-Porque vos me engañaste. Me dijiste que estaba vestida y…
-¿No te gustó verme?
-Y… si claro. - ¿Qué le iba a decir? Si le decía que no, ésta me hace un escándalo. Además es cierto, me gustó. Esta nena, antes de los 15, va a ser más deseable que la mamá.
-¿Viste? Me parezco a mamá.
-Y si, eres la hija…
-¡Tenemos la chucha igualitas!
-¿Qué cosa?
-¡Las conchitas, papito! ¡Las conchitas! Desde que mamita se afeitó, está igualita que la mía.
-Tu mamá es más grande… - No sabía qué hacer ni decir.
-Si, pero ...

... tienen igual forma… ¿no? ¡Jajaja! Si te gusta mamá te tengo que gustar yo y… mamá te gusta mucho! – ¡Ahora me doy cuenta! ¡Recién ahora, ocho días después! ¡Esta pibita me llevó a la boutique para seducirme! ¡Qué pelotudo soy! 
- …y ella estaba muy contenta y te pidió que le pusieras la pinga en la boca… ¡y dijo que es hermosa! ¡Por eso te la quiero ver!
-Pero no, Jazmín, no puede ser. Eres muy chiquita…
-¡No lo soy tanto! ¡Soy casi una señorita! ¿O no? ¡Tengo un lindo poto! ¿No te gusta? ¡Bien que me lo sujetas cuando me levantas…, una mano en cada cachete…! Y lindas piernas, con lindos jamoncitos. Bien que me miraste ¿no? ¡Y los pezones bien grandes! No me crecieron todavía las tetitas, pero los pezones sí. ¡Yo sé que te gusto! ¡Porque te gusta mamita!
-Pero… nena…
-¡No soy nena!
-Está bien. Eres muy linda, pero yo soy mucho mayor. Al final, como tú has dicho, va a parecer que te compré ropa para violarte…
-Pero no es para que me “caches”. Es para ver lo linda que la tienes, nada más… ¡Dale papito! Se bueno… - Me puso la mano sobre el bulto, que había empezado a crecer… - ¿Ves? ¿Ves? ¡Cómo la tienes! ¡Está creciendo! ¡Te doy ganas!
-¡No digas eso! – Ni el más profundo volcán me serviría para hundirme.
-¿Por qué? ¿Qué tiene de malo? Yo soy una mujer… y vos un varón. - ¡Ahora quiere equipararse a la mamá! - Todos los varones quieren ver a las mujeres…, y las mujeres queremos ver varones. ¡Y yo te quiero ver! ¡Dale, déjame! - Me volvió a poner la mano sobre el bulto… - ...