1. Masaje de pies


    Fecha: 27/09/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo1, Fuente: CuentoRelatos

    ... maricón, toca mi polla —y Ken lo hace.
    
    Los desliza arriba y abajo de su eje, empujando un poco hacia abajo. Él le ayuda. Le muestra cómo quiere que lo haga
    
    —Envuelve esos bonitos dedos alrededor de mi polla.
    
    Sus ojos se mueven de un lado a otro entre sus dedos. Él quiere que se junten pero está a punto de correrse
    
    Pero gracias a eso, Ken está gimiendo mucho más ahora.
    
    —Daaai... está jadeando.
    
    —Matame cabrón puff...
    
    Le baja el pie y se pone de rodillas, chupa varios dedos de los pies en su boca.
    
    —Daisuke... —Gime y a la vez se ríe.
    
    —mmmm —También gime mientras lame y chupa sus bonitos dedos de los pies.
    
    Ken gime al unisono y tira de sus propios pezones mientras lo observa tratar de devorar su pie, Daisuke se acerca más entre sus piernas, mirando fijamente su mano moviéndose furiosamente sobre su propia polla,el ambiente es tan pornografico que comienza a masturbarse tambien y cuando Ken lo ve hacerlo, tiembla y grita.
    
    Para Daisuke, ver y escuchar su orgasmo es una experiencia religiosa, para cuando Ken abre los ojos y le sonríe, Daisuke tiene su polla en en mano, listo para soplar, este envuelve sus piernas sobre la espalda de él, viéndolo masturbarse con anticipación.
    
    —Puedo ...
    ... correrme en tu cuerpo blanquecino? —el ruega
    
    Ken recuesta estirando los brazos sobre la cabeza. Sonriendo más grande de lo que nunca ha visto.
    
    —Sí —Se rie
    
    Gruñó cuando miró sus perfectos y afeminados pezones masculinos y luego disparó arroyos de esperma caliente por todas partes. Casi se desmaya, las orejas saltan. Tiene que estirarse y agarrar el brazo del sofá para sostenerse. Él parpadea hacia su cara sonriente. Ken se está riendo de nuevo. Su polla sigue latiendo y exprime hasta el último goteo de semen. Cuando le ve recoger algo con su dedo y lamerlo, se estremece y deja escapar un gemido.
    
    —Joder.
    
    Después de un momento él se acerca a Ken quien casi se ha limpiado a sí mismo lamiéndose los dedos.
    
    —Cabrón... ¿que estás haciendo conmigo?
    
    Ken de forma natural Se seca el pecho y se seca los dedos, y luego Daisuke se arrastra hacia su chico, así que está medio tumbado sobre él.
    
    —Sabes siempre igual de dulce —susurró, y le besó el pecho
    
    —Apuesto a que eres más dulce —Daisuke sonrió arrastrando un dedo por su frente.
    
    Ken parpadeó con sus grandes ojos azules hacia él.
    
    —¿Quieres descubrirlo una vez más? —preguntó sonriéndole.
    
    Esta vez la risa llegó a la expresión de Daisuke
    
    —SÍ. 
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