Masaje a mamá 1 - Relatos Eróticos

Masaje a mamá 1

... hombros y baje a su estomago pasando mis manos con delicadeza. Cuando llegué a sus piernas comencé a masajearlas poco a poco mientras las iba apartando poco a poco. 

Mi mamá tenía los ojos cerrados con su cara hacía a un lado. Aquella posición me dejaba ver mejor sus bragas y aquello me excito como jamás lo había estado pues al parecer mi madre se había depilado y aquello dejaba ver más atreves de la tela. Poco a poco fui abriendo sus piernas mientras la masajeaba con más fuerza para que pareciera que la misma fuerza que ejercía las iba abriendo. Ese día mi mamá traía unas bragas grises apretadas que me dejaban ver bien su vagina.

Pasaba mis manos desde sus muslos hacía sus pies para luego subir a sus hombres y pasar mis manos a los lados de sus pechos fingiendo que solo masajeaba. Mientras masajeaba sus piernas vi que mi madre estaba excitada pues sus bragas se habían manchado por lo mojada que ella estaba. Fue ahí cuando me di cuenta que le había abierto las piernas tanto a mi mamá que prácticamente bien cabría ahí. 

Llevado por la calentura metí mi cabeza ahí y le moví las bragas a mi mamá chupando los jugos que se comenzaban a salir.

—¡Julio! Mmm —Grito y gimió mi mamá.

Yo no respondí sino que me sujete bien a ella agarrándola por la cintura pues ella me estaba empujando con sus manos mi cabeza. Aproveche el momento y comencé a lamerle bien la concha a mi mamá sorbiendo bien sus jugos. Mi mamá forcejeaba mientras gemia de placer.

—Mmmm. —Gemia ella ...

... mientras inultilmente trataba de ahogar sus gemidos de placer.

Yo metía mi lengua y sacaba mi lengua lamiendo sus labios vaginales. Pronto comencé a oir los gritos de mi mamá quien ya no podía contener su exitacion.

—Ah! Ah! Ay siiiii! —Comenzó a gritar.

Pasaba mi lengua por su clítoris chupándolo como una paleta mientras mi mamá jalaba mi cabello con fuerza mientras seguía gritando de placer. 

—Métemela! —Me grito y aquello no tuve que oírlo dos veces.

De un solo tiron me quite mis shorts y boxers y tras colocarme entre las piernas de la persona que me dio a luz la penetre con toda mis fuerzas.

—Aaaaaaaahhhh! Mi amor! —Grito ella. 

—Ay mamá! —Gemí.

Su vagina se sentía humeda, calientita sintiendo bien toda su vagina cada vez que la metía y la sacaba. El placer era indescriptible. Quitandole el bracier al fin pude ver sus pecho y se los chupe tanto como pude mientras seguía oyendo los gritos de placer de mi mamá.

—Siiiii! Siiii! Soy una puta! —Grito mi mamá.

Excitado embestía a mi mamá con más fuerza.

—Más hijo, más! —Gritaba ella arañandome la espalda.

Sintiéndome venir agarre sus piernas y las subí en mis hombros mientras se la metía y sacaba tan rápido y duro que podía. Al venirme dentro de ella sentíe l placer meas grande que jamás había sentido hasta ese momento. La mujer que me había dado a luz ahora era mi hembra y estaba tan llena de placer como yo. Ella y no ya no éramos madre he hijo sino un hombre y una mujer que se dejaban llevar por ...