1. VAYA TRIO...


    Fecha: 29/09/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... un escalofrío la recorría por el cuerpo. La sostuve con mi mano derecha y con la izquierda comencé a vagar por su pecho; metí mi mano por entre la blusa de seda y ¡Oh sorpresa!, la muy guarra no tenía sostén y mis manos llegaron justamente a sus pezones los cuales comencé a masajear…
    
    De un momento a otro ella me dijo:
    
    - Cierra la puerta que puede llegar alguien a comprar tiquetes y no quiero que nos vean en estas.
    
    La solté y presuroso corrí a cerrar la puerta de acceso a la oficina. Sin perder tiempo le quité la blusa y sus teteros maravillosos quedaron a mi disposición. La recosté en el escritorio y comencé a mamarle los pequeños senos; me aferré de sus pezones llevándolos a mi boca que ya hacía más agua que barco en naufragio; sus pezones comenzaron a crecer y crecer y crecer, se iban poniendo duros, erectos y erguidos. Los miré y tenían cada uno una longitud de unos cuatro o cinco centímetros; parecían pequeños penes que salían de sus tetas…
    
    Mientras tanto, ella había terminado de desabrocharme la camisa y comenzaba a husmear con sus manos en la bragueta de mi pantalón… Mi cerebro volaba, había que apresurarse, el tiempo corría incesante y esto iba a ser un polvito de afán pero muy placentero…
    
    Como ella no tenía bluyín sino una faldita tipo sastre de color marrón, simplemente se la levanté y de un soplo tajo le quité sus diminutas tangas. Sentía como ella había bajado mi cremallera y había tomado mi arcabuz que estaba a punto de reventar; le pasaba sus ...
    ... manos por el glande haciéndolo crecer más y más; gemía suavemente mientras que su pequeño cuerpo se agitaba en leves convulsiones.
    
    - Tantas veces deseé esto cuando venías a comprar tu tiquete… todo creído y antipático que ni siquiera me mirabas.
    
    - Nunca dijiste nada…
    
    - Ustedes los hombres son una partida de tontos… todo hay que dárselos picadito para que no se ahoguen.
    
    Ya la conversación se estaba haciendo larga y lo que había que hacer era continuar; ya habría tiempo para elucubraciones y reclamos; ahora lo importante era terminar lo que había empezado…
    
    Como ella estaba recostada, casi acostada en el escritorio, simplemente me corrí hacia su rostro para que me diera una buena mamada mientras que con mis dedos le hurgaba las entrañas.
    
    Su crica era pequeña como todo lo de ella, excepto sus pezones… pero de su gruta emergía un clítoris parecido a las puntas de sus senos… ¡Vaya trío!, pensé. Mis manos comenzaron la danza por su vientre, mis dedos se metieron, irrefrenables, en su agujero que estaba más húmedo que roca a bordo de charco y al pie de una cascada; ella se retorcía de varias maneras mientras con su boca seguía chupando y chupando de mi bombón, quería sacarle su centro de fruta líquida con la boca…
    
    Yo sentía que estaba a nada de venirme y ella se movía de tal forma que su orgasmo estaba a una millonésima de segundo de hacer su llegada triunfal.
    
    Llegamos a tal punto de compenetración que lo que seguía sería la penetración. La tome entre mis brazos y ...