1. Mi perrito faldero


    Fecha: 01/10/2018, Categorías: Voyerismo Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... -le dije mientras recorría su cuello con mis labios y mi lengua. Su piel olía deliciosamente.
    
    -Sí, señor… respondió luego de una pausa. Entonces retiré mi mano y refregué mi verga, ya bien erecta, contra sus dos nalgas. Él acompañaba el desplazamiento de mi pija moviendo acompasadamente su culo.
    
    De pronto me aparté y le dije:
    
    -Quiero verte desnudito, bebé. Quiero apreciarte completo. –y encendí un cigarrillo para después sentarme en el sofá cama, cómodamente reclinado de espaldas contra uno de los tres almohadones.
    
    -Ay, me da vergüenza…
    
    -Entiendo que te dé vergüenza porque seguramente será la primera vez que te desnudás ante un señor, ¿cierto, lindo?
    
    -Sí, señor, es… es la primera vez…
    
    -Bueno, pero con vergüenza y todo vas a desnudarte, lindo. No me gustan los chicos desobedientes. –le advertí en la certeza de que mi imposición le ayudaría a vencer sus inhibiciones y a concretar su deseo.
    
    -Pe… perdón, señor, sí… voy a… voy a desnudarme… -murmuró él con esa vocecita que me calentaba tanto.
    
    -Y vas a hacerlo en el orden que yo te diga…
    
    -Sí, señor…
    
    Cada vez que mi presa me llamaba señor aumentaba la temperatura de mi deseo y ya ardiendo entero comencé a ordenarle su striptease:
    
    -Las zapatillas, lindo… -y él se sentó en el piso y se las quitó.
    
    Vi que no llevaba medias y continué:
    
    -El jean. –y se lo quitó ya nuevamente de pie. Admiré entonces sus piernas largas, sin vello, de muslos mórbidos y exquisitamente torneados.
    
    Había llegado ...
    ... el turno del calzoncillo mientras él esperaba ante mí, con la cabeza gacha y retorciéndose nerviosamente los dedos de ambas manos.
    
    -El calzoncillo, lindo, pero quitátelo de espaldas a mí y lentamente. -dispuse.
    
    Él interpretó perfectamente mi orden y dándome la espalda comenzó a deslizar el calzoncillo muy despacio por sus caderas y después por sus piernas, hasta que llegó a un punto en el que debió inclinarse hacia delante y ofrecerme así su delicioso culo en una posición invitante. Se deshizo de esa última prenda y se irguió para después permanecer inmóvil, a la espera de una nueva orden. Supe que ya había asumido que estaba en mis manos, que yo era quien mandaba y él tenía que obedecer. Tal como si yo fuera su padre y él mi hijo adolescente, un adolescente que, lejos de albergar la rebeldía natural en todo adolescente, era absolutamente sumiso.
    
    Yo ya tenía la verga bien dura y entonces me puse de pie y fui hasta él. A sus espaldas lo abracé por la cintura y comencé a refregarle mi pedazo contra sus nalgas. Él acompañaba ese frotamiento moviendo el culo de un lado al otro y de atrás hacia delante mientras se deshacía en gemidos. Había llegado el momento de darle verga. Me pregunté si dársela primero por ese hociquito tan lindo que tiene o por el culo y me decidí por una mamada para comenzar a gozarlo.
    
    -Date vuelta y arrodillate ante mí, nene lindo. – le ordené.
    
    Él obedeció de inmediato y su carita quedó muy cerca de mi pija.
    
    -¿Alguna vez fantaseaste con ...
«1234...8»