1. Adriana, el crecimiento de un amo


    Fecha: 02/10/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Andreiv, Fuente: SexoSinTabues

    Eran cerca de las 8 de la noche y me estaba comenzando a impacientar. Esto merecía un castigo ejemplar, inconcebible que tuviera que esperar casi una hora para que llegara. Le había ordenado a Adriana que pasara por mi a las 7 en punto en su coche a la facultad. Mis clases terminaban a las 7, pero la profesora acostumbraba salir 10 min más temprano (o más). Cuando por fin llegó Adriana la veía caminar un poco extraño. Al menos había cumplido una de sus tareas diarias. "Llegas tarde" "L-lo lamento, el tráfico es terrible, Andre" Se excusó. Intentaba mantenerse erguida mientras caminábamos hacia el auto. Lucía muy bella. Una blusa blanca con un escote que dejaba ver la curva de un pequeño par de tetas, una falda negra ajustada que llegaba apenas encima de las rodillas, zapatos de tacón negros y el cabello en una coleta pequeña. Si hubiera tenido que adivinar su profesión diría que era profesora o secretaria. "Además, la tarea de hoy. bueno, no fue fácil" "¿Te estás quejando?" "No, am. " Se detuvo antes de completar la frase, pues habíamos llegado al coche y no había nadie cerca. "No, amo, disculpe a esta humilde y sucia puta" Dijo una vez dentro del coche, abriendo completamente las piernas y levantando su falda hasta la cintura en el asiento del conductor. Solía cerrar los ojos cuando hacía esto. Aún le daba vergüenza a pesar que había hecho cosas por demás indecentes frente a mi. Un pequeño triángulo de vello púbico adornaba su monte de Venus, pues así le había acostumbrado a ...
    ... mantenerlo. Su coño, jugoso y rosado, comenzó a dar señales de excitación, y el olor a su sexo comenzó a llenar el coche una vez que levantó la falda, prueba de que había estado húmedo un muy buen rato. "Bien, lo usual, pero quiero ver cómo te fue con tu tarea. Reclina el asiento y muéstrme" En la oscuridad sobresaltaba el rojo de su cara, pero obedeció casi al instante, no sin antes mirar por todos lados para ver que nadie estuviera mirando. Se puso boca abajo en el asiento reclinado con el culo en pompa, separando con sus manos sus perfectas nalgas. Una pequeña joya azul se miraba donde debía estar su ano. "¿Ha sido difícil trabajar con la joya anal y sin ropa interior, zorrita?" "No, amo, pero lo otro. " "Sí, ya veo. Bien, conduce a tu apartamento" Puse la mano sobre su trasero antes que se moviera, a lo cuál paró en seco y comenzó a arquear su espalda y sacudir un poco sus nalgas. "Amo, por favor, ya va una semana. " Sin contestar seguí acariciando sus nalgas con toda la mano, apretándolas suavemente y regocijándome con su piel. ¡Zas! Una nalgada con toda la mano que la hizo gemir y, estaba seguro, preocuparse porque alguien escuchara. ¡Zas! Retumbó en su otra nalga aún más fuerte. Seguí con mi caricia a su culo. Era increíble lo bien formado que estaba, y que hace apenas 6 meses sólo podía mirarlo. Poco a poco mis dedos se aproximaron a la joya anal, lo que causó que su espalda se arqueara aún más. Cualquiera habría jurado que ese arqueo era imposible. Presioné sobre la ...
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