TAREAS EDUCATIVAS 5
Fecha: 10/07/2023,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... mesada y abrí las piernas. ¡Una mamada genial! Lengua y labios en el glande, el tronco, los huevos… No desperdició nada. La tomé de la cabeza y la moví, adentro, afuera, vaivén… ¡La cogí por la boca! Como diez minutos estuvimos así.
-¡Ay nena! ¡Me vengo!
-¡Si, eso quiero! ¡Dámela toda, por favor! - Dejó el glande apoyado en su lengua. Los chorros fueron saltando al interior. Danna sonreía. Cuando tragó respiró profundamente. - ¡Qué bien! ¡Juntaste un montón!
-Bueno…, cuando estuvimos en el sofá con Jami no sería más de las tres, así que tuve varias horas de “producción”. ¡Jajaja!
-Bueno amor. Me gustó mucho. – Danna lamía sus labios mientras me miraba sonriente.
-Mamita, voy al baño. A bañarme.
-¿Y pis? ¿No tienes ganas?
-Si, claro.
-Bueno, déjamelo en la boca. Por lo que hay en el sillón, seguro que se lo diste a Jami.
-¡Jajaja! ¡Qué olfato! - ¡Esta mina es tan lujuriosa como la hija! ¡De tal rosa tal espina! Aunque en este caso el que pincha soy yo…
Se volvió a inclinar a mi pija, apuntando bien. El chorro salió enseguida y Danna tragaba sonriente. Como un minuto estuve meando en su boca. Cuando terminó de tragar volvió a respirar hondo.
-¡Si, si! Muy rico…, como seguro le habrá parecido a Jami, ¿no?
-¡Jajaja! Si claro, pero ahora si me voy a bañar. ¿Quieres venir?
-No, no. Te preparo el desayuno.
Mientras me bañaba pensaba. ¿Será mejor o peor que dentro de cuatro o cinco días, antes que empiece el trabajo nocturno, me quede más tiempo con las chicas? ...
...
Ni lo uno ni lo otro. Ya veremos.
El desayuno fue clásico: Danna a horcajadas sobre mis piernas, bien enterrada. Lo tenía todo preparado para darme en la boca: café con leche y bollitos de manteca. ¡Ya llegaría la concha! El desayuno exquisito, al tiempo que la cogida también. Fue todo muy satisfactorio, con cariño y ternura. No hubo acabada de mi parte, pero Danna no se la perdió. Cuando iba a derramarse me avisó, para no enchastrarme. Se sentó sobre la mesa. Puse mi boca para recibirla. Completé el desayuno. No hubo demasiada chorreadura. Me enjuagué la boca, besé a la nena dormida y a Danna, y fui a la obra.
Al mediodía la vi, como casi siempre. No hubo mayores comentarios. Las compañeras ya lo sabían, nada que ocultar. Cuando la llevaba era fija para todas: terminábamos en la cama. No había inconvenientes. A la tarde avisé a Danna que no la llevaría. “Tenía” que irme antes. Trataré de ir zafando poco a poco. Era noche para dormir “en paz”. Solo y “sin interrupciones”.
Al día siguiente, retorné la “rutina”. Vivienda y cama de Danna… Cuando cenamos, luego de una previa revolcada con ambas, les “adelanté” la noticia: desde el lunes comienzan mis tareas nocturnas. No hubo buena aceptación…, pero sin más remedio. El más preocupado fui yo. ¿Qué hacer?
Me quedé toda la noche, compartiendo cama, conchas, culos y bocas. Durante la cogida no hubo problemas. Ni ellas ni yo queríamos hacerlo con dudas. ¡Fueron tres veces por mi parte! Más allá de sus reiteradas mamadas. ¡La ...