TAREAS EDUCATIVAS 5 - Relatos Eróticos

TAREAS EDUCATIVAS 5

... pija me quedó súper inflamada!
A la mañana fui a trabajar. Al mediodía cambié algunas pocas palabras con Danna. A la tarde la llevé a la casa, pero no me quedé. Así fue los siguientes días. Me llamó Jazmín.  ¡Quería que fuera sí o sí, por favor! Estaba confundido. ¿Qué hago?

Sábado y domingo me quedé con ellas, solamente porque lo quise. ¡Es tan placentero estar con Danna y Jazmín! Cuando comencé con el trabajo nocturno, luego de un montón de explicaciones, seguían insistiendo. ¡Vení a las seis! Cenas con nosotras y luego vas a la obra. ¡Por favor! Lo hice un par de días… ¡pero a la obra llegaba muerto! ¡Demasiado ejercicio con ambas! ¡Dos horas dale que te dale! ¡Ni ir a mear al baño! Quería cortarla. Si, no había nada que lo impidiera. Pero hay demasiado que lo incita. ¡Danna y Jazmín son únicas! ¡Pero no quiero quedar enganchado! ¡Estoy jodido, no sé qué hacer!
Así varios días. Primera y segunda semana. “¡Ven, ven, por favor!” “¡Te esperamos!” 
-¡Jazmín está mal, muy mal! ¡Te desea totalmente! – Danna ponía a la nena de objetivo. 
Pero no puedo hacerlo. ¡Me cargo de culpa!
-¡Dale papi! ¡Dale! ¡Ven por favor! – Cuando no lo lograba la mamá, la hija insistía. Yo no podía decirles que lo hagan entre ellas…, lo que seguramente harían…
Fueron dos semanas de locura. Tal lo fueron, que en ningún momento llamé a Clara o  a las nenas. Y eso que no me sacaba de la cabeza a la amiga de Efigenia, que seguía siendo virgen. ¡Un desperdicio! ¡Qué quilombo, Dios!
De todas ...

... maneras fui alternando cada vez más días libres por días “ocupados”. Poco a poco, para no desanimarlas demasiado. Después de todo, la nena era una exclusividad. Aunque me perdiera, por el momento, la amiguita de Efigenia.
Pero al fin llego el día. Invité a Aldana y a Efi a casa. Hacía más de 20 días que no estaba con ellas. Por supuesto, que ellas no desperdiciaron nada. Para eso tenían a los compañeritos de la escuela. Dos o tres cogidas o mamadas por día.
 
Vinieron puntuales, como siempre. No querían perder ni un minuto. A Efi la hice acostar boca arriba, al borde de la cama. A Aldi la puse encima, boca abajo. Las tetas de Efi le quedaban casi en la boca, así que con un leve movimiento podría chuparlas. El culito de Aldi quedó bien a mano. Bajo de él, la conchita de Efigenia. Las dos a punto. Fui primero a Efi. La chupé y besé lo suficiente para humedecerla bien, aunque no haría falta mi saliva, dado que ya estaba bastante mojada. Vino con suficiente calentura. Luego fui a la concha y culo de Aldi, también bastante húmeda, aunque aumente el “trabajo” en el culito. Cuando lamía a una, metía los dedos en la otra. Concha y culo. Una maravilla. Aldi, por supuesto, chupando los hermosos pezones de su amiguita. Cuando consideré suficientemente dilatado el ano de Aldi, la encaré con el glande. Un empujoncito y estuvo adentro. Mis dedos seguían horadando a Efi. Más adentro con Aldi. Gemía, sin soltar los pezones de Efi. Ésta también gemía, no sé si por la boca de Aldi o por mis ...