EN EL CURSO SUPERIOR - Relatos Eróticos

EN EL CURSO SUPERIOR

Educativo beso de Efigenia a Ximena. 
-¿Viste que rico? – Efi trataba de convencer a Ximena de un nuevo ejercicio sexual… ¡saborear semen!
-Es…, bueno… es… un gusto raro… - Ximena no estaba muy convencida. 
-Vas a ver…, en cuanto lo pruebes dos o tres veces…, en directo…, te va a gustar. A mí me pasó lo mismo. ¡Ahora no hay nada más rico que la lechita de Dani! – Efigenia la abrazó y besó.
Ahora viene el recreo. Luego será la segunda hora de clase.
-Vení, vamos al baño. Te enseño algo. - Efi la llevó tomándola de la cintura, con algunas caricias a los glúteos. Lo ideal para que yo descansara y me repusiera. Me dormí o dormité, no sé cuánto tiempo, pero quedé bastante entero. Supongo que sería algo más de la hora. 
-Papito, mirá, ya estamos. - Efi me despertó. Me dio unos besos en el rostro.
-¿Qué…, qué pasa? - Tenía que guardar las formas.
Ambas seguían desnudas, como yo. La poronga se me erguía de a poco…, sólo por verlas, o por lo que pasaría luego. 
-¡Mirá qué lindo! - Hizo girar a Ximena, que sonreía complacida. Tiene un plug, con el clásico corazoncito de base.
-¡Uy! ¡Qué bueno! – Por supuesto, estaba al tanto. Sin duda Efi le probó varios, además de hacerle los enemas correspondientes.
-¿Estás bien? – Le pregunté acariciándole el culito.
-Si, si, claro. Efi me enseñó varias cosas lindas. – Ximena estaba complacida y complaciente. 
-¿Querés que sigamos? – Me incorporé en la cama. Acaricié sus piernas y el culito. 
Demostré con alevosía, como se me ...

... endurecía el choto. Las pastillitas daban siempre buen resultado. Por suerte, mis periódicos controles de corazón daban bien. 
-¡Si, claro! - Ximena miró sin disimulo hacia mí entrepierna.
-Vení a la cama, tesorito. – La tomé de la mano.
-Esperá papi, esperá. Quiero mostrarle a Xime como lo hacemos… ¿sí? – Efi no quería perder ninguna oportunidad. De cualquier manera, ya habíamos “arreglado” cómo iban a ser sus intervenciones.
-Dale, bueno… - Jamás tendré algún problema de abrirle el culo a Efigenia.
Efi se colocó en la clásica. En el borde de la cama en cuatro, con el culo bien parado.
-Vos mirá bien… - Le daba indicaciones a Ximena.
Me levanté y paré frente al culo de Efigenia. Tomé el gel de la mesita de luz, y antes de ponérselo besé y chupé su culito, con especial atención en el ano.
-¡Si, papito! ¡Qué lindo, dale! - Le embarduné el ano y lo iba a hacer en la pija… - Xime, ponele el lubricante a papi…, bien, en toda la cabeza y el tronco. ¡Distribuila bien y parejo!
	Efi le daba manija a Ximena para que me acaricie el choto, sin temor ni vergüenza. Ximena, tímidamente, tomó el pote, sacó gel con los deditos y lo pasó en el tronco de la pija, sin tomarla con la otra mano. Entonces me la tomé yo, para que fuera bien colocada, toda bien cubierta.
-Tenés que ponerla así, tesoro. Cuanto más la cubrís, entra más fácilmente. Fijate ahora.
Ximena se paró a mi lado. Le sonreí, acariciándole el culito. Ella retribuyó mi sonrisa. Coloqué el glande apoyado en el hoyito de Efi. ...