EN EL CURSO SUPERIOR - Relatos Eróticos

EN EL CURSO SUPERIOR

... Empujé.
-¿Ves? ¿Ves cómo entra fácil? – Claro, Efigenia ya lo tenía muy dilatado, después de un largo año de uso. Pero eso no le decimos a Ximena.
Fui entrando despacito, más que nada para que Xime vea bien. Miraba interesada. ¿Se preguntaría como es tan fácil?
-¡Así, así, papito! ¡Qué lindo! – Efigenia alentaba la penetración. ¡Había que convencer a Xime! Así fui hasta el fondo, bien al fondo. Los huevos me colgaban sobre la concha de Efi. Cuando comencé el bombeo, el ¡plaf! ¡plaf! ¡plaf! musicalizaba el ambiente. Efi, toda una “veterana” del tema, me acompañaba con las caderas. Me agaché sobre su espalda, la besé, la lamí, acaricié sus tetas, pellizqué sus pezones. A todo esto, Efi, con sus gemidos de gozo, daba los aplausos virtuales.
-Esto es riquísimo, papi. ¡Seguí, seguí! ¡Hacerlo con vos es genial! - Pasé una mano por entre sus piernas y acaricié el clítoris. - ¡Si, si, siiii! ¡Acaboooo! ¡Qué rico! ¡Cómo me gusta! 
Efi tembló, se estremeció, apretó las sabanas con las manos y descargó sus fluidos en mi ingle. Chorreaban sobre mis muslos. Nos quedamos quietitos, recuperando respiración. Todo el espectáculo para que Ximena aprecie. Lo notable que este “teatro” no es falso: ¡es lo que sentimos!
	¡Efigenia es un genio de la publicidad! ¡Nadie puede dejar de considerar que mi cogida por el culo es buenísima! Espero que Ximena opine igual…
	Lo que en otro momento tendría que hacer Ximena, ahora lo hice yo. Cuando me desensarté, rápidamente puse mi boca en su concha. ...

... ¡El fluido vaginal del paraíso!
	Nos recostamos abrazados en la cama. Más allá de la oportunidad, el sexo con Efi siempre es hermoso. 
-Vení amorcito.  – Invité a Ximena a unirse a las caricias. Se acostó a mi lado. Unos minutos de descanso y caricias.
-Si supieras lo lindo que lo hace Dani. ¡Es glorioso! – Efi insistía en alentar a Xime. Unos minutos más tarde me levanté. 
-¿Lo hacemos, tesoro? – Tomé de la mano a la nena. Se levantó y se colocó a lo perrito en el borde, luciendo el plug. Besé sus glúteos, la conchita, el perineo… Tomé el plug y girándolo despacito, lo fui sacando. Casi del diámetro de mi glande. La dilatación del ano es notable. Inmediatamente metí la lengua, lamiendo hacia todos lados. Besé nuevamente el ano, el perineo, la concha. Quiero que sienta ternura en toda su piel.
Tomé el pote del gel y lo unté, incluso dentro, metiendo tres dedos. Mi intención es que quede dilatado lo más posible. Efi hizo lo suyo.
-¡Papi! ¡Dejame a mí! - Se levantó, me la chupó y me untó. Todo bien a la vista de Ximena. 
-Ahora va, preciosa. - Efi me la tomó, y colocó la cabeza en el centro del hoyito. - ¿La sentís?
-Si, si… - Xime estaba atenta a nuestras acciones. Efi participaba activamente en la cogida.
-Ahora va… - Apreté un poquito. Efi, canchera “veterana”, le acaricia el clítoris. Forma de “distraer”. Fui más adentro. Ximena gimió. - ¿Te duele, mi amor?
-No, no, siga, siga… – ¡Me seguía tratando de “usted”! 
Estaba todo el glande dentro. La tomé de la cintura ...