JUEGO DE PROFESORAS - Relatos Eróticos

JUEGO DE PROFESORAS

... cuerpo con sus manos y su boca. Dejando marcas rojas y rasguños mientras sus uñas se clavan en su piel, pero también le da besos suaves y dulces en los lugares menos esperados, provocando oleadas de placer en Belen.
Se separa de Belen y la mira con satisfacción en sus ojos. "Has sido una buena esclava, pero todavía tengo cosas que hacer contigo", susurra con voz seductora.
Con esas palabras, Karen se aleja, y va a otra caja y saca de esa caja un vibrador. Karen sonríe con malicia mientras se acerca a Belen con el vibrador en la mano. "Esto será divertido", dice mientras enciende el vibrador y comienza a jugar con él en su cuerpo. Lo frota contra su clítoris, provocando oleadas de placer en Belen, mientras observa sus reacciones con interés. Luego, empieza a introducir el vibrador en su coño, moviéndolo de un lado a otro y provocando gemidos de placer en Belen. Karen se ríe mientras la observa y le da pequeñas palmadas en el trasero para estimularla aún más. 
Karen coge una cuerda del piso y amarra el vibrador al clítoris de Belen. Se asegura de que esté lo suficientemente firme para que no se suelte. Luego, Karen enciende el vibrador y lo ajusta a una velocidad baja, sintiendo cómo Belen se estremece de placer. "¿Te gusta eso, mi esclava?" pregunta Karen con una sonrisa malvada mientras comienza a jugar con el vibrador, moviéndolo de un lado a otro y provocando gemidos de placer en Belen.
Karen toma un látigo de una caja y la sostiene en su mano con una sonrisa ...

... pícara. Mira fijamente a Belen, "¿te gusta mi látigo?" pregunta Karen, con tono juguetón mientras la acerca a las tetas de Belen. Karen comienza a dar pequeños golpes las tetas de Belen, aumentando gradualmente la intensidad. Belen responde con gemidos, mezclando dolor y placer, gracias al látigo y al vibrador.
Karen continúa azotando a Belen, hasta que observa como Belen llega al orgasmo.
Karen deja el látigo en el piso, apaga el vibrador y se lo retira de las piernas a Belen. Karen se acercaría al oído de Belen y le diría ‘’ valla que duraste más de lo esperado, no sé si ha sido tu primer orgasmo, pero lo hiciste bien. Mientras tanto quédate ahí sí, deja limpio unas cosas que ya nos debemos ir. Hoy me demostraste que serás una muy buena esclava’’.
Belen se sentía exhausta, cansada y humillada. No entendía cómo había llegado a este punto. Deseaba que todo terminara allí, pero Karen le había prometido llevarla a casa y la idea de estar cerca de ella la aterraba. Belen se había caído en un juego del que parecía imposible escapar. Se habia convertido en una marioneta de Karen y lo unico que podía hacer, era ver a Karen limpiando y ordenando el lugar, mientras ella permanecía inmovilizada, incapaz de hacer nada más que observar impotente.
Karen parecía haber terminado de limpiar, recogiendo los trozos del uniforme de Belen y llevándolos en una bolsa hacia afuera. Se marchó sin decir una palabra. Una vez más, Belen se encontraba sola. Una parte de ella ansiaba escapar, pero sus ...