EN EL CURSO SUPERIOR 2
Fecha: 23/07/2023,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... ¡Pero no así! ¡En mi mano! ¡Es hermosa! – Con los deditos no llegaba ni a la mitad. Giró y la tomó con las dos manos, inclinada hacia mí. Está totalmente afuera, bien dura y erguida.
-¿Te gusta, mi amor? Gracias a tus caricias, se me puso así. ¿Querés darle un besito? – Acaricié sus cabellos. Suavemente la fui inclinando hacia mi regazo.
-¡Claro! – Se agachó y llegó con sus labios al glande. Los apoyó. - ¡Es rica! ¡Me gusta mucho!
Separó los labios y sentí el glande entre ellos. No veía…, pero sentía. La sentí palpitar de deseo…, a mi pija digo… Metí la mano para apretarme la base. Ximena se animó. Corrió el calzoncillo y sacó los huevos con una de las manos, sin soltar el tronco ni el glande. Se agachó más. Y el glande estaba totalmente dentro de la boca.
-¡Hummmmm! ¡Qué rica! – Hablaba sin sacársela. Cada vez entraba más, más, más… La necesidad de eyacular se hacía insostenible.
-¡Mamita! ¡Mi amor! ¡No mamés más, por favor! ¡Me viene!
-¡Augghhh! ¡Sooo! ¡Daleeee! – Me la apretó con los labios y me puso la lengua contra el meato. ¡La descarga fue brutal! - ¡Aaaauuhggahh! ¡Glupglup!
Se retiró y respiró hondo.
-¡Aaaaahhhhh! ¡Me la tragué toda, toda! ¡Lo hice papito! – Si soltarme se irguió y vino hacia mi boca. Nos besamos en húmedo y lujurioso beso de lenguas. ¡Cálido sabor a semen! - ¡Papito! ¡Estoy recontenta! ¿Viste cómo me la tragué? ¡Toda, toda!
-¡Estuviste genial mi amor! ¡Una mamaba extraordinaria! – En realidad no había tal mamaba. Solamente se la ...
... metió en la boca…, pero es bueno alentarla… - ¿Ves qué podés hacer de todo? Ahora vamos a casa… - Por alguna razón que desconozco, a esta nena le encanta las voluptuosidades. - ¡Quiero enterrártela en todos los agujeros!
-¡Si, si, dale! ¡Bien adentro! – Me volvió a besar. – Papito… ¿Alguien nos habrá visto? – ¡Recién ahora se “preocupaba”!
-No, para nada. Los vidrios son polarizados… - En realidad a mí me importaba un pito. Estábamos a quince cuadras de casa.
Ni siquiera me acomodé el pantalón. Ximena aprovechó a acariciarme con la pija fláccida.
-¡Jajaja! Ahora está cansadita… - Ximena estaba feliz y me besaba en la mejilla. - ¡Papito! ¡Sos maravilloso! ¡Ooohh, no sé! ¿Te puedo decir “papito”?
-Como quieras, mi amor…
-Es que Efi te llama “papito”. No quiero que se moleste…
-Para nada, tesoro, para nada. - ¡Hay tantas que me dicen “papito”!
-¡Ya sé! ¡Te voy a llamar “papayín”! ¿Te gusta?
-¡Todo lo que sale de tu boca me gusta, mi amor! – Y acaricié sus mejillas. – Como sale la lengüita para acariciarme el “palo”. – No quiero “nombrarla” hasta que lo haga ella.
-¡Pero fue poquito, papayín! ¡Quiero lamértela un montón! Un rato largo…
Habíamos llegado. Me acomodé el pantalón y nos bajamos en el estacionamiento. Fuimos al ascensor. La tomé de la cintura, la apreté muy fuerte contra mí, para que sienta que la tenía dura, (gracias a la pildorita), y la besé en la boca. Ella correspondió. Me abrazó por el cuello y respondió con su lengua a la mía. ¡Ya es cómo yo ...