1. Los Panty de Dolores


    Fecha: 03/10/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... veces! –exclamé. Arremetí fuerte, penetrando hondo en su coño. Nuestro vaivén provocaba que el agua se agitara, y buena parte se salía fuera de la bañera. Nos daba igual. - Cariño, qué bien me follas, nunca me han follado tan bien… -espoleado por estas palabras, la embestí con más energía todavía. Una vela fue salpicada y se apagó, y terminó cayendo al suelo. Pero yo seguía con mi cadencia, empujando dentro de Lola, mientras el agua tibia nos envolvía. Le sobé y chupé las grandes tetas, semicubiertas de espuma. Follar en una bañera era una experiencia nueva para mí, y totalmente recomendable. Pese a que la postura no era del todo agradable, como ya he explicado, se compensaba con creces con el hidromasaje y la atmósfera húmeda. - Qué ganas te tenía, Tomás, qué ganas te tenía –repetía Lola. Las rodillas me dolían un poco, así que decidí cambiar de posición. - Deja que me siente yo –le demandé, separándome de ella. Me senté donde había estado ella, que se colocó encima de mí, dándome la espalda. Insertamos mi verga con cuidado, pero cuando entró, Dolores inició un movimiento violento, arriba y abajo. - Así, así, me encanta, cariño –resoplaba. Le puse ambas manos en los pechos, magreándolos, pellizcando los pezones. Jugaba con sus tetas, apretándolas, acariciándolas, tirando de ellas. Lola subía y bajaba, con un perfecto movimiento de caderas, retozando con mi polla en su interior. Atrapó mis manos con las suyas, y ella guiaba el masaje de sus senos, además del ritmo de la ...
    ... follada. Apretaba sus pechos y pezones, sin dejar la cadencia arriba y abajo. Era una diosa follando. Escapé la mano derecha, dirigiéndola despacio por su cuerpo, hacia abajo. Le acaricié la barriga, el ombligo; después sentí su vello púbico enredarse en mis dedos, y jugueteé unos instantes ahí. Por fin llegué a su sexo, rozando primero la entrada. Pasé las yemas por la rajita, notando cómo Lola se estremecía. Finalmente palpé su botón, masajeándolo con suavidad. - Uffff –suspiró Lola, al parecer incapaz de vocalizar nada más. Seguí con mi masaje, consciente de que la haría correrse. Entre mi polla que entraba y salía, y mis dedos que la acariciaban, se acercaba cada vez más al orgasmo. - Tomasín… no pares… por favor –imploró. Haciéndole caso, continué estimulándole el clítoris, presionándolo y dibujando círculos. El agua salpicaba fuera, pero no tanto como en la postura anterior. Poco a poco, Lola fue acelerando el ritmo, clavándose cada vez más fuerte. Le acompañé con los dedos, y fui acompasando mis movimientos a su cadencia. Empezó a botar tan fuerte en mí, que el agua se agitaba formando olas, y rebosaba fuera de la bañera. Luego habría que fregar un buen rato, pero no nos importaba. Estaba siendo un polvo de campeonato. - Joder Tomasín… –jadeó. De repente, frenó su compás impetuoso, tensando su cuerpo. Me apretó muy fuerte la mano y comenzó a chillar, iniciando un movimiento espasmódico con cada sacudida de su orgasmo. - Mmmhhh… uffff… uffff… –gemía con cada convulsión. ...
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