Matilda, guerrero del espacio (capitulo 14)
Fecha: 04/10/2018,
Categorías:
Intercambios
Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
... móvil de ambos bandos causaba enormes estragos en los dos ejércitos. Mientras todo esto ocurría, el capitán Ramírez destrozaba la retaguardia enemiga creando un caos brutal. A media tarde, después de varias horas de combate, los tres frentes de ataque federal se encontraban a las puertas del patio central del monasterio mientras en el interior los Guardias Imperiales se enfrentaban a la furiosa defensa de monjes y sacerdotisas.
En la órbita, las dos formaciones se cañoneaban a distancia mientras los federales esperaban a que las tropas de tierra consolidaran su posición. Y entonces paso lo inesperado.
—Ushlas, contacto en los sensores de largo alcance, —informó Moxi—. Cuatro naves en rumbo de intercepción. Tiempo de llegada quince minutos. Parecen naves del Consorcio Bellek.
—¿Qué cojones? —exclamó Ushlas—. Comunica con el capitán Ham.
—También los hemos detectado, Ushlas. ¿Matilda te comentó algo sobre ellos?
—Nada, nada. De esto, Matilda no sabe nada, te lo aseguro.
—Ushlas, se comunican con nosotros. Quieren hablar con Matilda, —dijo Moxi.
—Ushlas, habla tú con ellos, nosotros no hemos tenido ningún contacto con esta gente, —la ordenó Ham con buen criterio.
—Aquí Ushlas, primer oficial de la Tharsis, adelante naves del Consorcio Bellek.
—Sentimos llegar tarde primer oficial Ushlas, y me alegro de volver a verla, —la figura del canciller del Consorcio apareció en la pantalla principal—. Hemos decidido intervenir en su favor y en el de nuestros ...
... aliados de Faralia.
—Agradecemos sinceramente su ofrecimiento, canciller. Matilda está en este momento en la superficie liderando la batalla.
—Como no puede ser de otra manera con una guerrera tan heroica y valerosa como ella. Podemos ocuparnos de apoyar a las tropas desde la órbita, como están haciendo ustedes, para que puedan tener más libertad de acción frente a los cruceros del emperador. También podemos proporcionar tropas para ocupar las posiciones de apoyo en la retaguardia.
—Sería perfecto señor canciller.
Dos de las gigantescas naves del consorcio, se situaron en los límites de la órbita, y comenzaron a disparar contra las tropas de superficie imperiales. Mientras, la Tharsis, el Atami y el Hagi, maniobraron para atacar a los cruceros imperiales. Con la primera descarga, la Tharsis pulverizo las defensas del crucero que ya había averiado gravemente en Karahoz, que estallo con una explosión formidable. Los otros dos intentaron escapar y abandonar al Mariscal Rahoi, pero los otros cruceros federales les cortaron el paso, y después de un duro intercambio de fuego, se rindieron.
—Matilda va a tener los cruceros que quería, —dijo un entusiasmado Ham a Ushlas—. Encárgate de ocupar uno y el Hagi que se encargue del otro. Yo me ocuparé de no quitar ojo a nuestros amigos del Consorcio.
En la superficie, las tropas aliadas ocupaban parte del patio central. La guardia imperial había logrado penetrar en el interior del monasterio dónde se registraban furiosos ...