Compartiendo a mi esposa con mi amigo de toda la vida - Relatos Eróticos

Compartiendo a mi esposa con mi amigo de toda la vida

... había escrito en sus más grandes y eróticas historias. Cuando vi que el ritmo de las embestidas había bajado un povoe acerque por detrás. Ella entendió mis intenciones y se sacó un poco la verga de mi amigo para darle paso a la mía en su culito. Cuando estuve dentro de ella, dejó caer su cuerpo en esa larga y gruesa polla, para sentir por vez primera una doble penetración. Los gritos, jadeos, gruñidos y ruidos acuáticos, eran increíbles. Ella gozó cómo jamás lo habría imaginado, mi amigo se dio el gusto de su vida y yo viví la experiencia de compartir a mi escultural mujer con el. Los orgasmos fueron incontable, me. vacie en su culo, en su panocha, en sus labios y sus tetas. Cogimos más de tres horas en diferentes posturas y momentos. Cuando nos dimos cuenta, eran las 4 de la madrugada. Habíamos pasado horas enteras entregados al placer desbocado y sin freno. Tambaleando nos salimos del agua mientras nos dirigimos a las habitaciones. Nuestros penes adoloridos, su vagina inflamada y su ano, dilatado. Caminábamos como potros recién paridos. Cuando llegamos a nuestra habitación empezó a besar mis labios y me dijo al oído. -Dile que no se vaya. Que se venga a nuestra cama. Rodolfo se unió a nosotros. Nos ...

... besamos los tres, ella me tocaba a mí y a el, el me tocaba a mí y a ella y yo los tocaba a los dos. Nos besamos los cuellos, el pecho de pronto sentí un dedo en mi culo mientras yo perforaba con mi dedo el culo de ella. Nos recostamos en la cama y mientras el le mamaba su panochita yo me tumbe en la cama y su verga quedó frente a mí, aún se veía enorme, sus venas se marcaban . Instintivamente la cogí y la empecé a chupar con una fuerza desconocida. Ella me estaba chupando mi verga y asi, los tres hacíamos un trío de sexo oral instantáneo. Esa noche probé de todo, no me considero gay, pero lo penetré y no pude resistir la tentación de sentirme penetrado por él mentras yo la penetraba a ella hasta quedar desmadrados de tanto coger toda la noche, literalmente. Cuando despertamos, el ya se había ido. Una nota que nos dejó en la sala decia que lo había disfrutado enormemente pero que no podría volver a vernos a los ojos y menos sabiendo que tuvimos sexo los tres Han pasado algunos meses, ahora estamos pensando en hacerlo con el vecino. Ese chico de 17 años pero con cara de lujurioso. Esta vez solo ella será penetrada, pues aunque la situacion me llevo a eso, jamás podría repetirlo. A menos que sea con él.