1. NUEVOS AGUJEROS 4


    Fecha: 28/08/2023, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Cuando desperté, a eso de las 8, Etelvina tenía preparado el desayuno, aunque no lo había pedido. Me ayudó a llevar las pocas cosas que tenía a la camioneta. Le di saludos para su esposo. Y al oído me dijo “no te beso para que no sospechen… ¡jajaja!”
    Fui hasta la vivienda de la “señora Clotilde”. Me instalé, y a los pocos minutos suena el timbre. Es Ofelia. 
    -Ingeniero, tenemos que ir a firmar el contrato…, y… pagar la mensualidad. 
    Todo muy formal, me pareció muy bien. Cerré y fuimos a la camioneta. Le pedí que me guiara a un cajero. Eso hicimos, pero nuestra conversación no fue tan formal.
    -Dani… ¿cuándo puedo ir a verte? Quiero seguir diciéndote lo que hacía con la “señora Clotilde”, ¿si?
    -Bueno, luego, a eso de la dos de la tarde… ¿te parece bien?
    -Si claro. Papá duerme la siesta a esa hora. 
    -Bárbaro, ¿tenés un par de horas? 
    -Para vos todas las que quieras.
    Fui al cajero, saqué el dinero y fuimos a la casa de la hermana de la “señora Clotilde”. Pagué, firmé, todo en orden. Llevé a Ofelia a su casa, la ferretería. 
    -Dime la verdad. ¿Cuánto te dan de la cuota mensual? La verdad Ofelia. No quiero que me mientas. ¡Te quiero mucho!
    -Si, Dani, lo que quieras. Me darán la mitad de la primera mensualidad… 
    -Bueno, tomá esto. Completa el total.
    -¡No! ¡No quiero! ¡No lo quiero! Yo quiero estar con vos porque me gustás y te quiero, Dani. ¡No quiero dinero!
    -No es como pago de nada, sino es un regalo. Si te compro toda la ropa que me da la gana, no la vas a poder ...
    ... usar delante de tu padre. Ahora podés decir que es lo que te pagaron y listo. ¿Estamos? Le dices que es plata que te ganaste al poner la casa a mi posibilidad de alquilar.
    -Está bien… “querido”… ¿puedo decirte así?
    -Todo lo que quieras, mi amor. Sos mi amor…, ¿sabés? Porque luego “haremos el amor”.
    -¡Toda la tarde! 
    -¡Jajaja! ¡No exagerés! Vos podrás toda la tarde…, yo… bueno…, tengo mis tiempos…, además…, tenés que volver con tu papá. ¡No quiero que piense que te “secuestro”… ¡jajaja!
    Bajé en la ferretería para saludar al padre. Que compruebe que no hago nada con su hija a escondidas. Luego fui nuevamente a la casa. ¡Y a trabajar!
    
    Volví a eso de las 12 y fui a almorzar al club, donde había ido a cenar el día que llegué. Es, en realidad, el único lugar donde hay un buen cocinero. Luego fui a “casa” - (de ahora en más, esa es “mi casa”) – y me recosté. ¿Vendrá Ofelia? Creo que si…, pero mi problema es otro. No quiero ser grosero ni burdo con la nena. ¡Es tan dulce! Me puse el short más escueto que tenía y más fácil de retirar.
    Un golpecito en la puerta de la cocina, la que da al patio trasero. ¿Quién diablos? Abrí. ¡Ofelia! 
    -¡Jajaja! ¡No te lo esperabas! ¡Es mi entrada secreta! – Ofelia se abalanzó sobre mí. No hice otra cosa que alzarla tomándola desde el culo. Ella se aferró a mi cuello con los brazos y a mi cintura con sus piernas. Fuimos a nuestros labios con las lenguas dispuestas para la guerra. El beso ensalivó nuestro rostro, dado que Ofelia me lamió toda la ...
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