1. NUEVOS AGUJEROS 4


    Fecha: 28/08/2023, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... cara, y yo me refregué en sus mejillas.
    Sus labios arrastraban saliva tanto como los míos. Yo esperaba que ella actuara. No quiero hacer nada que le moleste o ignore. Teníamos nuestros labios y lenguas fundidos en una sólo unidad. Acomodaba mi cuerpo pegado al suyo. La llevé hacia el dormitorio. Una mano sostenía el culo, con la otra la abrazaba por la cintura. Con la mano que la sostenía desde los glúteos, traté de bajarme el pantaloncito sin soltarla. La pija está totalmente enhiesta, ya húmeda de precum. La “apoyé” justo sobre el glande. Ofelia me abraza y besa con ardor y sin experiencia…, pero es un infierno. ¡Está ardiendo! Yo estaba dispuesto a meterle la lengua hasta la garganta. Ella respondía totalmente. Ninguna queja, solo gemidos de placer. Sin soltarla le corrí la bombachita y el glande quedó a la entrada de la conchita. 
    -¿Te molesta, mi amor? – La bajaba lentamente. Sentía en el glande su humedad.
    -Nooo…, para nada… Me gusta todo, si papito, todo, haceme todo, es lo que quiero. – Me abraza y besa más fuerte todavía. Mueve el culito y acomoda la conchita para facilitarme la tarea. - ¡Bajame más! ¡Quiero sentirte dentro mío!
    Como los juegos con la “señora Clotilde” la había dejado sin himen, no hubo problemas. Fui despacito, muy despacito, bajándola, mientras la pija entraba. Así, poquito a poco, fui horadando esa maravilla. Ella tenía los ojos en blanco, la boca entreabierta. En ningún momento mostró dolor. 
    Me senté en el borde de la cama. Ofelia ...
    ... acomodó las piernitas a mi costado y se ensartó hasta el fondo. Quedó excelentemente cogida. La subía y bajaba tomándola de la cintura. Muy pronto aprendió a seguir mis movimientos con sus piernas. El culo subía y bajaba a mi ritmo. Yo casi no hacía ninguna fuerza. Ella manejaba sus movimientos.
    Traté de desnudarla sin sacársela. Quería tenerla adentro lo más posible. No tenía demasiada ropa para retirar. Levanté la blusita sobre su cabeza. No hubo más remedio que separar las bocas… Busqué el cierre de la pollerita. Ni siquiera tenía que sostenerla de la cintura. ¡Cabalgaba como una experta! En un segundo quedó solamente con la trusa, que yo había hecho a un lado para meterle la pija. Acaricié sus pequeñas tetitas y sus erguidos pezones. ¡La llené de besos! Como tenía que agachar la cabeza para besarla, Ofelia me acariciaba el cabello.
    -¡Qué lindo es todo con vos! – Apoyó ferozmente su culo sobre mi falda. - ¡Me hago!
    	Se estremeció con un abrazo brutal a mi cuello. ¡Jamás se me ocurrió que esta nena tendría tanta fuerza! Inundó el borde de la cama y mis pantaloncitos, que tenía en medio muslo. Fue el momento indicado para levantarla. “Momento indicado” antes de que yo no tuviera más remedio que eyacular…
    -¡Si mamita! ¡Te chupo toda! – La levanté hasta mi boca. Quedó parada frente a mí. Seguía con la trusa puesta. No importa. La corrí con los dedos de una mano y apliqué mi boca a ese volcán. Como un minuto estuvo meando junto con sus fluidos vaginales. ¡Una borrachera ...
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