1. Mi hermana y mi sobrina


    Fecha: 06/10/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... faltaban bragas de Rocio, si no mías también….¿También te llevabas las mias?”
    
    “Si”, reconocí yo. Eso pareció cambiar un poco las cosas y, aliviada, vi como aparecía una leve sonrisa en su boca.
    
    “¿También yo te pongo cachonda?...¿También te pajeas oliendo mis bragas?”, me preguntó un poco incrédula.
    
    “Sonia, hija, no sabes tu bien lo caliente que me ponéis las dos. Si, claro, tu también. Muchas veces he pensado en que estábamos las tres y me muero de ganas. A ti, claro que te deseo. Mucho más de lo que te imaginas….” Con los nervios de aquella situación y esa declaración a mi me dio por llorar como una Magdalena. Sonia se apiadó de mi y me abrazó”
    
    “Isa, mi amor, no llores….no pasa nada”., y empezó a darme besos en la cara para calmarme..”Shhhh, calla, anda, ya déjalo, que no pasa nada. Yo te quiero mucho y esto podemos arreglarlo”
    
    ¿Arreglarlo?, pensé, que significa arreglarlo. En seguida lo entendí. Mi hermana empezó a besarme en la boca con besos suaves. Después fueron besos más apasionados. Poco después ya me estaba metiendo la lengua en la boca y me estaba empezando a sobar el culo. Yo creí estar en el cielo. Mi hermana no solamente no estaba enfadada conmigo, sino que me correspondía.
    
    “Sonia, cielo,…..”dije yo, “como te deseo…..”
    
    “Y yo a ti, tonta. ¿Por qué no me lo has pedido antes?”, me preguntó.
    
    “No me atrevía, hija”, yo sorbía mis lágrimas y ya nos reíamos.
    
    “Anda, vamos a mi cuarto”, dijo llevándome de la mano.
    
    Cuando llegamos, ella se ...
    ... puso frente a mi y empezó a desnudarme.
    
    “Sonia, que feliz me haces”, le dije.
    
    “A mi, espero que, además de hacerme feliz, me hagas la mejor mamada que me hayan hecho nunca”. Entrábamos en el terreno del sexo explícito. Bien. Me gustaba.
    
    “No te quepa duda, mi amor. He soñado tantas veces en comerte el coño….”, dije.
    
    “El tiempo que hemos perdido, so tonta…”, me dijo.
    
    Ya nos habíamos desnudado una a la otra y nos tumbamos en la cama. Nos abrazamos y nos besamos profundamente. Después de un rato, ella empujo mi cabeza hacía abajo.
    
    “Venga, cielo, cómeme este chocho que tanto has deseado”
    
    No lo dudé. Nos pusimos en posición del 69. Por fin tenía ante mi aquello que tanto había deseado. Nos hicimos una mamada increíble y yo estaba a punto de correrme.
    
    “Espera, mi vida, espera”, me dijo ella, se levantó y se fue. Yo entendía nada., pero antes de que la llamara para que volviera ya estaba de vuelta. Se acercó hasta mí y me puso algo en la cara. ¡Eran la bragas de Rocio!
    
    “Disfruta, guarrilla, disfruta”, me dijo y metió su cabeza entre mis piernas y empezó a lamerme. Yo no lo podía creer. Mi hermana aceptaba y me proponía incluso que tuviera fantasías con su propia hija. Era la gloria. Tardé mi poco en correrme dando gritos y llamando a mi hermana y a mi sobrina.
    
    “¡Joder!”, dijo Sonia, “si que estabas caliente….”
    
    “¡Coño!, que orgasmazo he tenido, hija……”, dije riendo.
    
    “Ahora me toca a mi. Venga, cómeme bien comida, cerdita”, me ordenó
    
    Nos pusimos en ...