1. Lorenita de diechiocho años y su culito respingón


    Fecha: 02/08/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... indefinidamente, la recosté en el sillón y seguí con la operación, ella empezó a gritar y a temblar, se retorcía de un lado a otro y gemía desesperadamente, creo que tuvo un orgasmo por que hizo como si se convulsionara de placer. Sabía que ya prácticamente era mía.
    
    La llevé a mi cuarto, y la recosté donde mi mujer y yo hacemos el amor jajajja. Le abrí las patitas y ella solo esperaba sin decir ni oponerse a nada. Obedecía a todo. Agarré sus manos y lo puse, en mi verga, le dije que me la mamara y accedió, al inicio no supo como, pero le enseñé al tomarle de la cabeza y con mi mano indicarle como debía de ser. Era tal mi excitación que pronto me vine increíblemente en su boquita, ella trató de librarse , pero no la dejé, se lo tragó todo.
    
    Descansé unos minutos y pronto, mi verga estaba totalmente excitada . Ella estaba muda, no decía nada, así que le abrí las patitas y comencé a rozarle la punta de mi pene en su chochito, ella debió de excitarse mucho por que pronto empezó a gemir de nuevo, aproveche para introducirle de un golpe la mitad de mi pene a lo que ella reaccionó con un grito de dolor.
    
    No podía sacárselo, no debía. Se lo dejé para que se acostumbrara, y en ese lapso, disfrute de las mejores contracciones vaginales de una mujer, me apretaba, como si quisiera expulsar ese cuerpo extraño, pasando un tiempo levanté sus patitas a mi hombro y se la dejé ir todo, solo vi, como sus cejas hacían señal de que le dolía por que las arrugaba excitadamente, y su ...
    ... boquita abierta, le servía para absorber mas aire. Sus ojos se dilataron, su color se tornó intenso y empezó a sudar incansablemente. Esa escena me enloqueció, por lo que después de disfrutar de sus contracciones virginales, procedí arremeterla, primero lentamente y luego, poco a poco subí la intensidad, ella no paraba de gemir dolorosamente pero poco a poco, dejo de verse angustiada y empezó, creo yo, a sentir placer.
    
    Seguí arremetiéndole mientras trataba de besarle los pezones, la boca que era rojita, deliciosa, y su cuello, no quería dejar parte sin besar. De pronto después de un tiempo, ella empezó a gemir y gemía entre adolorida y excitada. Seguí bombeando y mi leche aún no llegaba, ella gemía más rápido y empezó nuevamente a convulsionarse, a temblar creo que fue su segundo orgasmo. Aproveché, para arremeter con todas mis fuerzas. En ese momento la tome de la cintura y como es delgada, empecé a moverla hacia mí con mis manos, fue increíble ver su cara colgar y sus pechos quedar frente a mis ojos. Fue tal mi excitación que mordí uno de sus pechos sin darme cuenta, pronto llegué al orgasmo también, y saqué leche por montones, todo en su chochito. Después de eso, me recosté sobre ella por unos cinco minutos y la besé tiernamente. La abracé hasta ver que se quedaba dormida. Por la tarde, la llevé a un centro de diversiones infantil, pero ella estaba adolorida, no podía caminar bien y creo que se le había hinchado su chochito. Aún así fuimos, le compré un pantalón de cintura, ...
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