1. Lorenita de diechiocho años y su culito respingón


    Fecha: 02/08/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Hola me da gusto saludarles. He leído esta página y hoy me decidí por fin a escribir algo que tenía ganas de gritarlo a todo el mundo. Mi caso es el siguiente: me llamo jorge, tengo 30 años. Mi esposa se llama Carolina y ella tiene 28 años.
    
    Esto me sucedió apenas hace 4 meses. Mi cuñadita se llama andreita, ella apenas tiene 18 añitos y les juro que ya es todo un bomboncito. Se las voy a describir: ella es rubia, delgadita, con un abdomen de envidiar a su corta edad, un par de tetitas que si bien son algo pequeñas, están bien paraditas, parecen dos volcancitos que nada mas de imaginármelo ardo en deseo. Lo mejor de ella es su ese culito respingón, no sé por que no todas las mujeres tienen este don, pero ella tiene la cintura quebradita , que hace que su culito se le vea bien paradito. Y para acabarla tiene los ojos color miel.
    
    Pues bien, yo vivo en la ciudad con mi esposa y resulta que hace pocos más de 9 meses, mis suegros tuvieron un fatal accidente donde perdieron la vida ellos y mi cuñado de 15 años. Nosotros lo primero que hicimos fue traernos esta niña para vivir con nosotros pues éramos los familiares mas cercanos que ella tenía. El primer mes que estuvo viviendo en la casa fue muy difícil para todos, más, por ser, andreíta una niña rebelde y caprichosa, aún así, tratamos de ser accesibles mi mujer y yo para con ella, debido a los acontecimientos que casi acababan de ocurrir.
    
    A partir del quinto mes con nosotros ella empezó a tener cambios admirables en su ...
    ... cuerpecito, yo trataba de disimular ver su cuerpo tiernecito ante mi vista, cada vez que llegaba de mi trabajo y ella veía la televisión en la sala con su short pegadito que dejaba notar el contorno de su culito virginal, que marcaba sus nalguitas ante la brillantes de mis ojos y sus blusitas de corazoncitos, pegaditos a sus deliciosos senos. Era espectacular ver a diario esa escena, mientras mi mujer no había llegado de su trabajo y yo, no podía menos, que tener una erección que hacía que mi cuerpo temblara de la emoción. Sien embargo, bien sabía que era una niña y nada podía hacerle. Además de que no quería arriesgar mi matrimonio por semejante lucidez. Así siguieron los días, ella a veces llegaba después que yo, con su uniforme escolar de sexto año de primaria( ya le falta apenas dos meses para decir adiós a la primaria).
    
    Cuando ella hacía su aparición con su pants licra de educación física, me enloquecía. Ver su blusita tipo camisa de su uniforme escolar en aquel cuerpo me enloquecía demasiado que después de contemplarla en el sillón por ratos, me apresuraba a pensar en la llegada de mi mujer para hacerle el amor y desquitar esa sed de pasión que me acongojaba. Muchas veces, mi mujer me decía que se había sacado la lotería conmigo por que decía que era espontáneo, y muy, ardiente, pero no era tanto eso, la razón de esa actitud se llamaba andreita. Muchas veces me masturbe pensando en ese culito apretado moviéndose en la orilla de mi cama, sodomizándola a mi manera y ...
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