1. Noches de póker (Parte 2)


    Fecha: 17/09/2023, Categorías: Bisexuales Autor: Rick71, Fuente: CuentoRelatos

    ... nocturno, me dio un lap dance perfecto. Sus caderas moviéndose, frotándose contra mis piernas y vientre.
    
    Yo estaba en la gloria, disfrutando sus caricias y el espectáculo de sus nalgas en ropa interior. Comencé a acariciar sus caderas y trasero, separando sus cachetes para ver el hilo de la tanga que estaba usando. Mojé un dedo y moví el hilo a un lado, luego lo puse en la entrada de su culo, sin meterlo, solo acariciando, pero pude sentir el cambio en sus movimientos, como presionaba su cuerpo contra mi dedo, así que lo introduje. Una falange, otra más, sintiendo como se nos acelera el pulso a los dos. Sus manos buscaron mi pantalón, desabrochado, abriendo el cierre y sacando mi pene duro y mojado. Sin preámbulos, se sentó sobre él directamente, buscando introducirlo en su culo. Apoyó sus manos en mis rodillas hasta que encontró el ángulo perfecto y se sentó. Por un segundo sentí que mi miembro se iba a quebrar o algo así, pero entró completo en ella. Sus caderas empezaron a subir y ...
    ... bajar.
    
    Dámelo todo papi, hazme tu perra que quiero ser tuya. Hazme mujer, hazme tuya
    
    Ella empezó a pedir más y más y yo la agarré de las caderas para metérselo con fuerza, luego me paré y sin sacárselo, la apoyé contra la pared, mis pantalones y boxers cayendo hasta mis tobillos. Comencé a embestirla con fuerza, con ganas, dándole palmadas en las nalgas, hablándole al oído diciéndole puta, maraca, perra, eres mi hembra, mi mujer, nunca serás de nadie más. En ese momento sentí su orgasmo y ni un segundo adicional sentí el mío, nuestras piernas se doblaban con cada sacudida, mi semen llenando su culo. María podía sentir el fuego en sus entrañas, como la llenaba y la complacía, su propio semen mojando la pared, ya que su miembro se había salido de la tanga.
    
    Hicimos el amor varias veces más, aunque con menos energía, ninguno de los dos era tan joven, pero ese día la hice sentir mujer y cada jueves, luego de jugar póker, esperaba a que Marcelo se fuera a preparar y María hiciera su aparición. 
«1234»