1. Perdidos (cap. 7): Dispuestos a correr riesgos


    Fecha: 18/09/2023, Categorías: Incesto Autor: crisao, Fuente: CuentoRelatos

    ... salida de la cueva en la que se encontraban.
    
    Jonás, se levanta de inmediato de la piedra donde estaba acostado y corre tras ella.
    
    -¡Mamá, espera, no hay que tomar una decisión ahora mismo! Le dice él alcanzándola, abrazándola de atrás y empujándola contra la pared de uno de los costados de la cueva.
    
    -¡Dejame, déjame! Dice Judith mientras forcejea con su hijo.
    
    -¡Sabíamos que de todos modos esto iba a pasar! ahora el punto es: Si porque estamos atrapados acá sin salida y para el resto de nuestras vidas, vamos a vivir una vida solo de comer y ver cómo nos devora el tiempo hasta matarnos a todos. O tratamos de vivir lo mejor que podamos y satisfaciendo no solo a nuestros estómagos, sino también a todas nuestras necesidades humanas, asumiéndolo todo cómo la normalidad, o la vida que nos tocó vivir y punto. Plantea Jonás en un desesperado intento de hacer “recapacitar” a mami.
    
    Ella se deja vencer en la lucha, y queda apoyada contra la rocosa pared en absoluto silencio mirándolo fijamente a los ojos a Jonás, entonces los ojos de Judith, se llenan de lágrimas, y llora en silencio, pensando en la amarga vida que les esperaba.
    
    Jonás la abraza tiernamente, y ella hace lo propio con el chico.
    
    Luego de unos largos minutos abrazados, Jonás la besa en los labios, y ella se deja besar sin corresponderle ni dejar de llorar. Pero al final ella entreabre sus labios, y comienzan a besarse cada vez más apasionadamente.
    
    Estaban besándose y acariciándose mutuamente, ella ...
    ... ya casi no lloraba, y él no aguantaba la excitación, provocada por los besos, caricias, el dialogo abierto y sincero que habían tenido. Además, la idea de desvirgarle el culo a su mamá, no dejaba en paz a su cabeza.
    
    Es entonces que escuchan unos fuertes truenos allá afuera, y ellos interrumpen su arrumaco, para asomarse a ver cómo había cambiado el clima repentinamente.
    
    El cielo se había puesto negro, había viento y empezaban a caer las primeras gotas de lluvia. Judith, quiso ir al campamento, pero su hijo la convenció de que estaban muy lejos, y la tormenta estaba ya sobre ellos. Y que ahora lo mejor era esperar.
    
    Ambos se sentaron a conversar y esperar que la tormenta amaine. Ellos conversaban de temas varios. Judith cada tanto manifestaba su preocupación por el resto de los chicos, que no sabían a donde estaba su madre y su hermano mayor.
    
    Pero Jonás, le recordaba a su mamá que ellos todos se habían vuelto expertos en el arte de la supervivencia durante todo ese tiempo en la isla. Algo que no tranquilizaba del todo a su mamá que insistía en volver.
    
    Entre conversaciones y los arrebatos de Judith por volver a “casa”, fue pasando el tiempo y la lluvia no paraba de caer, y entonces, y para colmo de males empezaba a oscurecer.
    
    Viendo que la cueva se volvía cada vez más oscura, Jonás busco los palos más secos que encontró e hizo con ellos unas pocas antorchas para iluminar aquel lugar.
    
    Ellos conversaron a la luz de las antorchas, mientras afuera no paraba de ...
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