1. Lujuriosa tarde de trío


    Fecha: 11/10/2018, Categorías: Incesto Autor: ElDuende, Fuente: CuentoRelatos

    ... reaccionar Leticia ya estaba arrodillada y lo tenía entre sus manos. Aunque no le entraba toda en la boca, mamaba de una forma espectacular, con una mano masturbaba y con la boca comenzaba por la cabeza dando chupones y golpes de lengua a la punta, se la introducía todo lo que podía para después recorrer todo su largo con la lengua sin olvidar de chupar mis huevos, todo esto sin dejar de mover firmemente con su mano mi pene de arriba hacia abajo. Yo estaba para explotar… y ella lo notó, se retiró y recostándose en el sillón abrió sus esbeltas piernas. Intenté penetrarla de un solo golpe pero me encontré con que! su vagina estaba muy estrecha, Leti dijo que hacía casi un año que no tenía relaciones y que no me detuviera… con unos minutos de trabajo tenía todo el miembro en su interior. Qué bien se sentía el bombeo en esa cueva estrecha y cálida. Sus piernas rodeaban mi espalda y me empujaban para que mis embestidas tuvieran mayor potencia; mis manos no podían despegarse de sus tetas y nuestras lenguas no paraban de luchar en un ardiente beso.
    
    Le pedí que se volteara y comencé a cogerla por atrás con su terrible culo de vista… me encantaba ver como golpeaban sus firmes nalgas ante mi penetración y vibraban unos segundos para volver a su lugar, estuvimos cerca de cinco minutos en esa posición mientras yo jugaba con sus pezones y con la finita línea de vello púbico castaño y rizado de su vientre. Leticia insistió en que fuéramos a la habitación porque temía que los vecinos ...
    ... nos vieran por las ventanas. Ya en el cuarto me acostó en la cama y me brindó unos segundos más de sexo oral, pero bruscamente se apartó y montándome tomó mi pene y con delicadeza se lo introdujo… sus movimientos circulares y suaves fueron dando lugar a violentas arremetidas que la hicieron sentirse completamente llena, como pude acerqué mi mano a su culito y moviendo mis dedos trataba ir preparándolo. Ya tenía el dedo mayor adentro, cuando entró en la habitación su compañera… estábamos tan concentrados en dar y recibir placer que no escuchamos cuando Victoria abrió la puerta.
    
    Pensé que ella se iría ofendida de la habitación, pero atraída por el movimiento de nuestros cuerpos sudorosos y por el olor a sexo que impregnaba la habitación comenzó a sacarse la ropa; ella siempre me había atraído… tenía un cuerpo de novela, piernas largas, pechos abundantes, un culo irresistible; en fin todo en su lugar. Sin decir palabra se subió a la cama y colocó su concha en mi boca para que se la chupara. No podía creer lo que estaba viendo, Vicky llevaba uno de esos clips de metal con cadenitas, alrededor de sus largos y carnosos labios, que dejaban al descubierto su erecto clítoris… comencé con mi lengua a lamer esa fantástica concha y a golpear su clítoris. Le introducía toda la lengua, chupaba sus labios y jugueteaba con la rizada matita de vello púbico, costaba mucho mantener la concentración ya que Leti no paraba de moverse desenfrenadamente. Ante los gritos de placer del orgasmo de ...