1. Betty la canija


    Fecha: 02/10/2023, Categorías: Hetero Autor: Thorman, Fuente: CuentoRelatos

    Si, veía bien el Carlos era la chavala del Súper del barrio: una chica de 19 años de apenas 1,45 de estatura, tetas como limones y un culo pequeñajo. Tenía los ojos azules penetrantes, guapilla de cara, media melena con mechas, su sonrisa era graciosa con la ortodoncia que llevaba. En principio le extrañó que se le acercara y le preguntara:
    
    - Buenas, cómo estás. Cuando te vayas me podrías llevar, no tengo con quien irme y ya sabes que hay 30 km.
    
    - Si... pe... pero vengo con dos colegas más... no sé si te incomoda.
    
    - No, que va, mejor - dijo con risa reciproca- cuándo os vayáis avisadme.
    
    - ok, en unas horas.
    
    Ella empezó a charlar y a tomarse copas con otros, inclusive se marcaba algún baile. Movía su culo como el péndulo de una campana, encima llevaba falda corta y camiseta que le marcaba los pezones. No tardaron en acercarse el Mauro y el Lucas hacia Carlos.
    
    - ¿Qué te ha dicho la del súper? es la Betty, la friki esa -preguntó apresurado Mauro.
    
    - Si al irnos puedo llevarla, me he quedado a cuadros, no quiero líos...
    
    - ¡No se te habrá ocurrido al decir que no! - exclamó Lucas -. A mi esa mujer en miniatura me putoflipa.
    
    - ¡No jodas que quieres enrollártela! - contesto Carlos. Nosotros con 28 y ella...
    
    - 19 - dijo de forma rápida Mauro - y tiene fama de folladora. Sabe lo que es un rabo.
    
    - El año pasado mismo, en la fiesta de la cerveza que se celebra en la playa, yo mismo y otro vimos como se la tiraba Roberto el culturista, junto al malecón ...
    ... de la playa el Roberto, se la clavaba en volandas. De pie y ella encima de su polla. El Roberto dijo que no pesaba ni 30 kilos. Un pasote, tíos. Muy manejable - dijo con ansia el Lucas.
    
    - No veas, con el pedazo de tío que es Roberto, la pollaza que gasta con esa muñequita. - dijo Carlos.
    
    - Fue un flipazo, además nosotros estábamos un nivel más bajo que ellos y el punto de vista era bestial. Se la tiraba en suspensión, ella se aferraba al pedazo de espalda de Roberto y enlazaba sus cortas piernecitas con la cintura. Veíamos todo el cilindro del Rober como entraba en ese coño. Brutal y flipante. Después pasó por nuestro lado, nosotros nos hicimos los tontos como quien no ha visto nada. El hijoputa se paró y se echó una soberbia meada, después nos tiró encima el condón usado.
    
    - Va de sobrado ese tío- dijo Carlos.
    
    - Porque sabe y puede - dijo tajante el Mauro - acostumbra a quedarse tangas a modo de trofeo y su cuarto está lleno de ellos.
    
    - No sabía que fueras tan amigo del culturista - dijo Lucas.
    
    - Tiene una especie de apartamento muy pequeño arriba en el piso de sus padres. Un picadero, vamos. Ese día me tenía que dar unas pesas y me lo enseñó. Por cierto, cuando entre salía la camarera buenorra de pub Masters.
    
    - Joder, me supongo qué...
    
    - Sí obviamente se la había follado. Aún estaban los condones lechados en el suelo y la mesilla llena de Kleenex.
    
    Entre Copa y copa pasaron unas horas, bebieron, charlaron. Entonces apareció la Betty; el pelo algo ...
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