-
Mi maestra de último grado
Fecha: 06/10/2023, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Pedrobaires1969, Fuente: CuentoRelatos
... un pequeño suspiro en su respiración y me dijo -Creo que será difícil encontrar lo que buscas, más en chicas de tu edad, tal vez deberías pensar en alguien más madura, con mayor experiencia – Dijo esto llevando la taza de café a sus labios y mirándome con esa mirada felina que recordaba cuando yo era su alumno y ella mí maestra. Nos quedamos en silencio mirándonos un largo tiempo, hasta que un relámpago se escuchó a lo lejos. Típica tormenta de verano de Buenos Aires, donde en 30 minutos llueve lo que no se llueve en 6 meses. -Subamos al cuarto de Leo, a buscar sus cosas, antes que se largue a llover y no puedas irte. Subimos por una escalera caracol y yo no le quitaba la vista de su cintura y cola, como se movía de un lado a otro a medida que subía la escalera, cuando estamos subiendo el último tramo de la escalera, me di cuenta que justo había un espejo y ella podía verme. Al darse cuenta Estela que la estaba mirando, comenzó a mover aún más sus caderas, se notaba que le gustaba provocar. Al llegar a la habitación de Leo, comenzó a llover intensamente y luego de unos minutos la luz comenzó a parpadear hasta que se cortó, quedando toda la casa a oscuras. -En algún lado debe de haber una linterna por aquí -dijo Estela Me ofrecí a ayudarla y entre los dos fuimos tanteando casi a ciegas la habitación de su hijo, en un momento siento las manos de Estela rozando las mías, me abraza y me dice al oído. -Siempre me dieron mucho miedo las tormentas, no me ...
... dejes sola por favor. -No te preocupes Estela, no me voy hasta que pare de llover o regrese la luz. -Gracias, muchas gracias querido ¿Te quedarías toda la noche si fuera necesario conmigo? -Claro que si Estela, no me iría a ningún lado. -Ah… Daniel, SOS un amor- Y me dio un beso muy pequeño y rápido en mis labios Yo no sabía que hacer en ese momento, me había agarrado totalmente desprevenido, ella al darse cuenta de mi sorpresa, me dice: -Perdona Daniel, fue un acto reflejo. -No me importa Estela, podes hacerlo todas las veces que quieras. -¿En serio lo decís? Te llevo un par de años, podría ser tu madre. -Podría, pero no lo es Estela, debo confesarte que fuiste durante mi adolescencia, objeto de veneración por parte mía. Ella comenzó a reírse. -Me imagino que tipo de veneración jajaja. La abracé y le di yo ahora un beso, que fue recibido con timidez al principio y después con más pasión. Estela abrió levemente sus labios y nuestras lenguas al fin se encontraron, la lluvia mientras tanto se había vuelto un temporal, pero a nosotros ya no nos importaba nada. Nos besamos más apasionadamente y sus manos recorrían mi espalda, busque su cuello y lo bese, con besos pequeños, suaves, dulces y calientes y de su boca pude sentir sus leves primeros gemidos. La tenía apoyada contra la pared del cuarto, todo mi cuerpo pegado al de ella y mi erección ya era más que evidente, ella al sentirme, se pegó aún más a mi cuerpo y su mano fue bajando por mi ...