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Mi maestra de último grado
Fecha: 06/10/2023, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Pedrobaires1969, Fuente: CuentoRelatos
... comenzó a mover sus caderas, de arriba abajo, lo cual me ayudaba a comerla mejor, en un momento dejo de comerme y me pidió que le meta un dedo, cosa que hice inmediatamente y comenzó a gemir cada vez más y más fuerte, la punta de mi lengua rozaba su clítoris y mi dedo entraba y salía cada vez más rápido. -Seguí así bebe, no pares, que te doy todo amor, ya, seguí… -Sí, dámelo amor, en mi boca, lo quiero todo en mi boca -le dije. -Mmmmm bebe, eso me enloquece ¿Lo quieres? ¿Seguro lo quieres? -Si amor, dámelo, dámelo ahora. Sentí como sus caderas se tensionaban y su mano apretaba la base de mi pene fuerte y comenzó a resoplar y gemir, era la mejor canción que podía escuchar, sentir como gozaba Estela y acababa en mi boca era mi éxtasis. Me pidió por favor que pare, o haría que tuviera otro orgasmo, ya que me confeso que era multi orgásmica. Nos abrazamos y nos dimos unos besos, mientras ella recobraba el aliento. -Tu turno Bebe, es hora que me des tu lechita. Se montó arriba mío y bajo su mano agarrando mi pene y guiándolo dentro suyo, primero se lo pasó por sus labios vaginales, lo humedeció con sus jugos y después se lo fue metiendo muy despacito, mirándome a los ojos. Yo sentía como su vagina se abría y me recibía, apretando ...
... mi pene dentro suyo. Una vez que estuve todo dentro de ella, se quedó inmóvil, mirándome y comenzó a contraer sus músculos. Juro que sentía como si se estuviera moviendo arriba mío, pero estaba completamente inmóvil. -No vayas a acabar Bebe aun, espera un rato más, quiero disfrutarte. -Si Estela, yo aguanto, pero no sé por cuánto tiempo más amor. Comenzó a moverse para adelante y para atrás y después en pequeños círculos, se levantaba y volvía a sentarse sobre mí, más y más rápido. Yo la sostenía de sus caderas y la ayudaba a moverse. -Ya amor, no aguanto más, me viene, me viene la lechita. -Aguanta bebe y acabamos juntos. Nuestros movimientos se coordinaron a la perfección, en cada movimiento de su pelvis, yo sentía como mi pene se introducía hasta el fondo de su vagina. Se inclinó sobre mí, me clavo las uñas en mis hombros y me mordió la boca, en ese momento llegamos al clímax. -Acabo amor, acabooo -Si Bebe, démela toda, toda adentro, quiero tu lechita bebé. Ya era tarde noche y la luz aún no había vuelto, había dejado de llover hace tiempo y quedaba esa pesadez y humedad en el ambiente aún. -¿Te querés quedar? Ya es tarde, te puedo preparar algo para cenar. -Me encantaría Estela, aviso en casa y me quedo. Continuará.