Tropa Loca (4)
Fecha: 10/10/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Tita, Fuente: CuentoRelatos
Ya conté que varios compañeros del grupo de tercero de prepa nos juntábamos para salir de paseo o ir a las fiestas. Mi novio, Saúl, no formaba parte de esta bolita porque él estudiaba ya su licenciatura. Precisamente en estos paseos, después de las fiestas, era donde se daba la parte sexual. En los paseos se hacían parejitas, que no necesariamente eran novios, y se perdían por un rato para darse mimos, toqueteos y algo más. Producto de ese algo más, nos obligó a juntar dinero para pagar dos abortos a las compañeras más inexpertas.
Yo estuve a punto de coger con uno de los amigos que más me gustaba, Felipe, pero no lo hicimos, en ese momento, sino varios años después y lo conté en el primer relato de esta serie. También relaté en la segunda parte cómo cogí años después con Soto, un compañero muy tímido que me gustaba mucho y en la época de estudiantes. En la tercera parte relaté mi encuentro con Otilio, “El Geronte”.
Un caso más, y con esto termino la serie de mis aventuras con los compañeros de la prepa, fue el más cómico, pues se trató de Pepe Silva, el más pequeño de estatura, del salón. Todos cantábamos “Fuiste a Acapulco” una rola de moda y me tomó de la mano diciendo “Ven conmigo, Tita”. Lo vi decidido y reí antes de preguntarle “¿Para qué?”. Simplemente me jaló de la mano y masculló algo. Algunos de mis compañeros gritaron algo burlándose de ambos. “A menos que seas “Pepito” el de los cuentos, no sabrás qué hacer con ella”, dijo otra. “¡Te vas a ahogar, las ...
... tiene muy grandes!”, gritó uno más de quienes ya me habían chupado el pecho. Entre las risas de mis amigos nos fuimos tomados de la mano.
–Eres la más bonita de todo el grupo, y de la prepa –dijo sin soltarme de la mano–. Quiero darte un beso –expresó, abrazándome.
En la boca o aquí, dije extrayendo una teta de mis ropas. Su cara se encendió y abrió la boca; con las dos manos agarró mi chiche y la mamó un buen tiempo. “Ahora en la boca”, dije, y lo besé tomando su pene erguido al meter mi mano por la cintura de su pantalón. El beso duró lo suficiente para que, con las caricias de mi pulgar en su glande distribuyendo el abundante presemen, el eyaculara. Saqué mi mano y se la ofrecí llena de semen para que me la limpiara con su lengua, pero él se quedó asombrado. Me chupé la mano y le di un beso “Sabes rico, mira…” le dije. Me besó y luego ambos lamimos mi mano hasta dejarla limpia. Regresamos con el grupo. “¿Tan rápido?, ¡Sí que es precoz!” dijo alguien y todos se rieron y se burlaron, más cuando Pepe Silva se puso colorado. Yo solo sonreía.
Pues sí, Pepe se quedó con ganas y a mí me pareció muy divertida mi actuación al jugar así con él y por lo que lo bromearon. Pero el destino nos da más sorpresas…
Varios años después, yo estaba viendo algunos discos en una la zona de casetes y vinilos de una conocida librería adonde había acudido para comprar un disco para mis hijos. Mientras los veía, yo esperaba a una de las dependientes a quien le había pedido “Los músicos ...