Un escritor de relatos eróticos me coge bien cogida
Fecha: 12/10/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos
... mejor y que sí, que me iba a quedar toda la noche.
Abrió otra botella de champagne, la puso en el balde con hielo y volvimos al cuarto. Tomamos una copa y empezamos nuevamente. Me hizo sentar en su boca e hicimos un delicioso 69, yo chupando como loca y él lo mismo mientras me metía dedos en la concha y el culo, aún bastante abierto. Pasaron varios minutos, me levanté y lo monté, enterrando su pija en mi concha. Debo decir que apenas entraba, en grosor y en largo.
- Quiero cogerte con todo, esta vez dejame a mí. Dije.
- Si eso es lo que queres.
Se corrió un poco para apoyar su espalda en el espaldar de la cama y lo empecé a cabalgar con todo. Marcelo no se quedó quieto. Se puso a chupar mis tetas, morderlas, morder mis pezones provocándome placer y algo de dolor, cosa que me calentaba aún más, y después, a darme golpes en el culo. Yo gritaba como loca gozando. El desgraciado no paraba de chupar, y morder mis tetas, yo como una buena puta caliente, las apretaba ofreciéndoselas. Me empezó a golpear en el culo y no sé como hizo, pero me metió dos dedos en la concha. Con tremenda pija, y los dos dedos mi concha estaba por estallar. Los dedos buscaron mi punto G, y fue mi perdición total.
Totalmente desquiciada, saltaba sobre esa pija como loca, y no puedo saber aun cuando enterré tres dedos en el culo. Me acordé de los Smart y verme gozar fue tremendo. Mirando las pantallas tuve un orgasmo infernal y sentí como el me llenaba la concha de leche. Fue lo último que ...
... recuerdo de ese momento.
Cuando desperté, estaba acostada junto a Marcelo que dormía. Fui al baño y me acosté. Me desperté al sentir la pija de Marcelo en mi boca. Lo mire y el desgraciado se sonreía. Me puse a chuparla de inmediato y él, a meterme los dedos en la concha. No me dejo chuparla mucho, que poniendo mis piernas es sus hombros me cogía como un animal, apretando mis pechos, pellizcándolos. Yo gritaba de placer en cada embestida de su pija. Otra vez cantidad de orgasmos. Luego de un rato me dijo:
- Última vez por hoy. ¿Cómo queres que acabe?
- Sin dudarlo, cojeme la boca y dame la botella.
Lo hizo, me enterré la botella en la concha y literalmente saltaba sobre ella, mientras el me cogía la concha como un animal. Era la mujer más feliz del mundo. Ese hombre me hacía vivir mi sexualidad a pleno. Por primera vez en mi vida, gozaba de esa forma, sin cuidarme de mostrarme tal cual quería ser. Acabo llenándome la boca, la cara y el pecho con su leche. Y yo, enterrándome la botella en la concha.
Fui al baño, me lave la boca y fui a darle un tremendo beso.
- Marcelo, gracias por hacerme sentir tan libre para gozar como goce.
- Te aseguro que fue un placer.
- ¿Nos volveremos a encontrar?
- Quien sabe…
Nos bañamos y el me llevó hasta dos cuadras de mi casa. Estaba destruida. A mi marido le dije que no había dormido y que no me joda.
El domingo, por curiosidad, entre a la página de relatos… Para mi sorpresa estaba un relato suavizado, de nuestra ...