1. Nada se compara al amor fraternal


    Fecha: 18/10/2023, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... entumecidos que parecían estar suplicando que los tocaran. Accedió a ellos con parsimonia y confianza, poniendo especial énfasis en los tiesos pezones de color rosa pálido, cuyas areolas poseían tubérculos de Montgomery visibles. Esa zona era sensible y estimularla con caricias servía para excitar a cualquier mujer.
    
    Las manos de Julio dieron un paseo por la parte frontal del pecho de Rosana, se desplazaron de un lado a otro del adiposo tejido y las ásperas areolas. Los dedos pulgares fueron los principales agentes de estimulación durante el proceso de frotación, los demás dedos amasaron el hermoso par de bolas de grasa que estaban pegados a los pectorales de la mujer.
    
    A pedido de Rosana, Julio incrementó la tensión de la beatífica tesitura al añadir una babosa e inquieta lengua al área de estimulación. Ella se tumbó a la bartola, a la espera de una delectación mayor. La saliva pronto rodeó los pezones, dejando las tetas más húmedas que antes. Los lengüetazos, los mordisquitos, los besos y las chupadas ponían al rojo vivo a la mujer, producían una gratificación sexual sin precedentes. Ella estaba comenzando a sentir la fruición que había estado buscando antes.
    
    Cuando las tetas quedaron listas, la lengua de Julio descendió por el vientre, rozó el ombligo, cruzó el monte de Venus y se detuvo frente a un erecto clítoris que exigía con urgencia una sesión especial de amor. Para ese momento, la excitación del hombre estaba por las nubes y la incomodidad brillaba por su ...
    ... ausencia.
    
    —¿Crees que deba seguir? —le preguntó, intercambiando una mirada sicalíptica con ella.
    
    —Es muy tarde para retractarse —le dijo con tono serio—. Muéstrame lo que sabes hacer.
    
    La poca experiencia de Julio con personas del sexo opuesto le jugaba en contra, tenía que actuar bajo la guía de ella si quería hacerla gozar como se lo merecía. Tenía el presentimiento de que haría el ridículo al querer calentarla. Para poder conseguir un orgasmo, ella necesita un buen succionador, y él no sabía cómo succionar correctamente.
    
    Las manos se dirigieron a la cueva rosada protegida con pétalos carnosos que conducían a la parte interna de la concha. Los masajes que Julio ofrecía con los seis dedos estimulaban bastante bien, la lengua sobre el clítoris incrementaba esa estimulación. Como elemento extra, Rosana utilizó el vibrador para masajearse los pezones y así poder alcanzar el punto crítico del juego exploratorio.
    
    Julio magreaba la concha de su hermana con un cariño fuera de lo común mientras su boca azotaba sin piedad el órgano más sensible de la mujer. A Rosana se le subía el pavo, quería experimentar un orgasmo épico con la ayuda de su inexperto compañero de habitación. Le importaba un carajo que aquel hombre fuera su hermano, lo único que anhelaba era experimentar el mismo placer que había experimentado Alexa con Sasuke.
    
    El tiempo pasaba y la sensación se iba volviendo cada vez más viva. Los gemidos formaban parte de la escena, el placer sexual prevalecía y el ...
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