El deseo de la mente
Fecha: 19/10/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos
... glande hinchado y brillante. Juanjo ya se dio cuenta que ella no sabía que seguía conectada. Su polla también estaba dura y la pajeaba con una mano mientras miraba con los ojos muy abiertos la escena. Su boca se abrió y mi capullo penetró en ella, sentí una suave succión, y otra y otra...
-Como me has puesto de cerdo por el WhatsApp! Se me ha puesto dura en el parking y desde entonces no se me ha bajado! -Susurré mientras sentía como mi polla ya entraba y salía de tu boca.
En ese momento la sacó para decir. -Tenía ganas de chupártela, pero después de la comida de coño que me has hecho... ahora ya no son ganas, ahora es un deseo asquerosamente lascivo!
Su boca se abrió de nuevo y sentí como se metía mi polla hasta el fondo de la garganta. Cerré los ojos para sentir esa sensación caliente y húmeda de tenerla entera en tu boca. Noté como la chupaba una y otra vez, cómo hacía que mi capullo penetrara en tu estrecha garganta haciendo que disfrutara como un verdadero cerdo rebozándose en el barro.
Juanjo estaba viendo en primer plano como me la chupaba, como desaparecía entera en su boca, y pensó que nunca la había imaginado así. Siempre hablando de trabajo o de cualquier otra cosa irrelevante, pero el tema sexual había sido tabú, y al ver cómo me la chupaba había despertado sus instintos más animales, ya solo pensaba en proponerle algo la próxima vez que la viera.
- Si sigues chupándomela así, vas a hacer que te llene la boca de leche!
Sacó mi polla de tu boca y ...
... con sonrisa maléfica susurró.
-Todavía no, nos quedan muchas cosas por hacer antes de que me impregnes de semen!
Se levantó de la silla subida en los altos tacones y se abrazó a mi cuello besándome profundamente. Sentí sus labios carnosos, y su lengua paladeando mi boca. Después penetró la mía y lamí todo el interior de la suya que ardía como un volcán. Mis manos tiraron de su camiseta sacándola por la parte de arriba de tu cuerpo. Sus tetas, con los pezones duros y turgentes, fueron un deleite para mi vista, y también para la de Juanjo, que pudo ver todo su cuerpo desnudo tan solo cubierto por las pequeñas bragas rojas. También vio como mis manos la manoseaban, bajando por toda la espalda, palpando cada centímetro de tu fina piel, hasta llegar a tu hermoso culo y apretarlo con deseo, ese deseo que poco a poco se iba apoderando de mí como una droga.
-Has sido mala? Susurré a tu oído mientras lamía su cuello.
-Muy mala!! Vomitó con lascivia.
-Tendré que castigarte!!
-Estoy deseando sentir esos azotes!
-Yo estoy deseando calentártelo hasta ponerte muy guarra! Zas! Zas!
Sintió como mi mano abierta te daba un par de azotes.
-Ya estoy muy guarra! Pero quiero que me pongas jodidamente guarra! - Fue su expresión descarnada cautivando mis sentidos con la lujuria de tu aliento.
Cogió mi polla y la puso entre tus piernas. Sentí mi capullo entre los labios que daban paso a tu vagina, y cómo su rico coño la engullía como un depredador hambriento. Movió las ...