1. La perversión de Susan y Silvia (parte I)


    Fecha: 23/10/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: hecmat20, Fuente: CuentoRelatos

    Susan volvió de sus vacaciones con una idea en la cabeza que había visto con sus amigas en las playas de Costa Rica. La rubia de ojos celestes y de 55 años llamó a su amante días después de haber llegado a la ciudad. Ella sabía que Héctor se veía con otras y de ciertas cosas “Kinky” que hacía con ellas. Pero lo que le propuso a Héctor, visto por casualidad en un video en sus vacaciones, lo dejó un poco preocupado. Susy tenía una cualidad que Héctor disfrutaba y era que siempre iba al punto, sin tiempo que perder. Acordaron verse el sábado pidiéndole que no haga planes todo ese día.
    
    Era imposible no enamorarse de Susan. Ella poseía una sonrisa soñadora, con un buen cuerpo de culito pequeño y sabroso y unos penetrantes ojos celestes. Al llegar ella empapó un beso bien húmedo a Héctor quien no desaprovechó en apachurrales las nalgas al estar completamente desnuda. Con una sonrisa pícara, se tomó como 3 vasos de leche de almendra o de guisante por emitir un olor más agradable que la de vaca. La madura lo invitó a bañarse juntos algo que Héctor no dudó en aceptar, el jabón que la flaca usaba era de vainilla. Un olor que fascinaba a su amante.
    
    Una vez en el dormitorio, la rubia rodeó a Héctor de forma provocadora rozando sus nalgas contra su miembro y metiendo la mano entre la parte trasera de sus piernas para acariciar sus bolas. No había necesidad de excitar a su hombre, la gringa disfrutaba estar con él porque su pene siempre estaba erecto al estar juntos. La puerta ...
    ... del apartamento se abrió y cerró, la invitada había llegado. Silvia se sentó en la sala a esperar a los dos amantes. Héctor y Susan le dieron el encuentro, pero la ignoraron completamente, solo un quiño de ojo provocador por parte de la rubia hizo que Silvia se enfadara. Silvia quería estrangularla de celos, más aun estando en su propio apartamento.
    
    La sala tenía piso de vinilo, fácil de limpiar si se ensuciaba y resistente a resbalo si se mojaba. Era perfecto para hacer lo que Susan tenía en mente. Por su parte Silvia estaba allí solo por conocer quién era la otra amante de Héctor, y se sorprendió del bonito cuerpo de Susan para su edad. Tenía un culo chiquito, pero bien duro, tetas más grandes que la de Silvia y por supuesto, era bonita. Héctor siempre tuvo buen gusto. Era una belleza la señora, muy difícil de resistir si se tiraba a los pies como lo había hecho con Héctor. Silvia observó con rabia como Susan se amarraba el pelo como cola de caballo, dejando al descubierto la parte posterior de su cuello, una zona femenina que a Héctor le fascinaba.
    
    Susan se comía toda le verga lentamente, ella tenía más experiencia en la mamada, pero cuando el ritmo aumentaba siempre su reflejo nauseoso la traicionaba. Esa era la meta de hoy, y la gringa depravada quería que su amante la abuse frente a una de sus contrincantes. Silvia no quería compartir a Héctor, pero no podía exigirle nada ya que no era su marido. En cambio, Susana no le importaba mucho, inclusive por haber tenido ...
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