Follando con la masajista
Fecha: 10/11/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... ella debió de darse cuenta de la situación porque me decía insistentemente, relájate, déjate llevar, deja que tu cuerpo flote sobre la camilla, ... Como me lo decía con voz suave y sensual el efecto fue el contrario. Mis movimientos eran más frecuentes y en una de la ocasiones mi polla, que ya estaba en todo su esplendor, se puso de tal forma que sobresalía por el lado izquierdo. En uno de los recorridos, sus manos se encontraron con mi glande y en ese momento sentí un escalofrío que atravesó todo mi cuerpo. Paró el masaje y me preguntó de nuevo si me encontraba bien. Entonces saqué la cabeza del hueco de la camilla, me giré para hablar con ella y observé que se había quitado la chaquetilla abotonada y quedado en camiseta blanca de tirantes. Entendí que una sesión que dura casi una hora y en la que está ejerciendo una presión constante por una amplia zona, require de una vestimenta lo más fresca y liviana posible.
Le dije que me disculpase que no sabía lo que me había pasado y me contestó que no me preocupase, que era una reacción normal. Al estar con el pantalón y los calzoncillos bajados por debajo del culo y girarme, hubo momento en que mi polla se escapó y se puso amenazante apuntándola. Me volví a disculpar avergonzando hasta que observé que su mirada estaba clavada en mi tranca y sus ojos llenos de deseo. En ese momento, me incorporé y ya no hice nada por ocultar mi erección, comencé a palparme la polla de arriba abajo y le extendí mi brazo izquierdo para que se ...
... acercase. Así lo hizo y, cogiendo unas de sus manos, le hice sujetar mi polla. Empezó a masturbarme de forma casi tímida incrementando su ritmo paulatinamente.
Comenzamos a besarnos con mucha sonoridad, comiéndonos las bocas, entrelazando las lenguas mientras continuaba tocándome la polla. En un momento dado, le dije que me la chupase y se inclinó apoyando sus manos en la camilla a ambos lados, lanzó un salivazo y comenzó a meterse toda la verga una y otra vez. Alternaba su mamada con lametones desde los huevos hasta el glande, recorriendo con su lengua toda la superficie venosa y lilácea de mi pollón palpitante. Mientras tanto yo iba echando la cabeza hacia atrás, con constantes gemidos y poniendo mis manos en su cabeza obligándola a tragársela entera.
En un momento dado, se incorporó y comenzó a quitarse los pantalones y la camiseta. Es ahí cuando pude comprobar que estaba realmente delgada y muy fibrada. Su cuerpo era de atleta. Incluso marcaba los abdominales. Me quedé bastante impresionado. Cuando acabamos me comentó que era competidora de “fitness”.
Tenía el coño totalmente depilado y completamente encharcado. Comencé a meterle los dedos. Era muy excitante tocar un cuerpo tan sumamente firme. No parecía tener ni un gramo de grasa.
Le dije que se sentase sobre la camilla y besándola en el cuello y boca continué masajeándole bien el coño hasta que comenzó a jadear como si fuera a correrse. Paré y me pidió que continuase, que estaba punto de tener un orgasmo. ...