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Follando con la masajista
Fecha: 10/11/2023, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... Comencé a meterle los dedos de la mano de derecha con bastante rapidez mientras ella se frotaba el clítoris y, en pocos minutos, tuvo una corrida brutal. Yo seguía tieso como un palo y necesitaba meter la polla en ese coño lleno de flujos, así que le separé bien las piernas sujetándoselas con las manos y de un sólo golpe se la clavé entera hasta el fondo. Lanzo un gemido y me dijo, “venga fóllame cabrón, dame duro y no pares hasta que te hayas corrido”. Sus palabras sirvieron para, aún más si cabe, embestirla con más fuerza. No paraba de taladrarle el coño mientras se escuchaba un sonido de chapoteo que me ponía cachondísimo, y ella gritaba como si estuviera poseída y pedía que le diera más duro mientras se agarraba las piernas para facilitar mi penetración y levantaba la cabeza para ver abrirse paso a mi pollón en su babeante coño. Me encantaba cómo estábamos follando y, en ese momento, no tenía dolor alguno. Cuando llevábamos un buen rato follando en la misma postura, comenzó a frotarse el clítoris con su mano derecha y a emitir unos gemidos que se debían de escuchar en la calle. Dijo que quería correrse otra vez y que no se me ocurriese parar. Verla con las piernas totalmente abiertas, jadeando, machacándose el clítoris y con los ojos llenos de vicio me llevó a aumentar el ritmo de la follada con el objetivo de tratar de correrme con ella. Al poco tiempo comenzó a decir: “me corro, me corro,.... me estoy corriendo... ah, ah, ah, ah, ...”. Seguí bombeándola mientras se moría de placer y como a los dos minutos de su orgasmo tuve la sensación de que me iba a correr dentro y me dio el tiempo justo para sacársela y llenarle todo el torso con una lechada abundante y espesa. Buf, había sido uno de los mejores polvos en muchos años. Nos limpiamos bien con toallitas húmedas y comentamos lo bien que había estado y que quizás sería conveniente tener alguna sesión adicional.