TEMPORADA DE PUTEAR” 1era. PARTE
Fecha: 14/11/2023,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: putonpatrio, Fuente: RelatosEróticos
... la introducción fue que a pesar de mi emputecimiento total en los últimos dos años.
Sólo en tres o cuatro oportunidades me habían cogido por el culo.
La primera vez había sido el verano anterior, con 15 añitos, de vacaciones en Punta del Este, que un veterano de unos cuarenta años me lo desvirgó.
Poco días después de volver de las vacaciones, me hice coger el orto por mi novio. Pues, no encontré otra forma de disimular lo que había hecho.
Pasaron dos meses y me garcho un amigo de mi novio, pero por más detalles vayan al relato:
Y por último, un par de meses atrás, (creo que septiembre), estaba encamada con un loco que me había levantado en la calle en plena tarde.
El tipo estaba muy fuerte, tenía una verga hermosa, larga y gruesa (de las que pocas veces me había comido).
Para mejor el loco me invitó con unas rayas de coca, así que en determinado momento, recaliente y paleada, me puse en cuatro patas, levanté bien el culo, lo miré y le dije…
…Damela por el ojete por favor.
El tipo sin demora se escupió la mano y entró a trabajarme el orto.
Me iba mojando a la vez que metía un dedo.
Yo estaba como loca, apretaba y aflojaba el culo para que viera cuánto quería pija.
De un dedo paso a dos, a tres y después a cuatro hasta que terminó sacándome un par de polvos divinos.
Esa tarde no usé más la concha me hice dar como dos horas por el ojete y me sacó varios polvos más.
Aquella garcha era una de las más grandes que me había comido hasta ...
... ese momento y me dejó el culo desarmado, pero satisfecho.
Yo no era de repetir machos, salvo mis dos novios, pero por este loco me hice culear como cinco veces más.
Ahora viendo a la guacha con aquellas vergas enormes dándole bomba sin lastima por todos lados, me agarré tal calentura que manoteando un par de consoladores que tengo en mi mesa de luz entre a pajearme, y me acabé dos o tres veces.
El Martes 2 de enero de 2001, con mis flamantes 16 años, llegamos con mis padres a Punta, y en esta oportunidad veníamos por todo el mes.
Para que mentirles, desde que habíamos salido de Buenos Aires, solo pensaba en cómo quería disfrutar las vacaciones, y se me hacía agua la boca, a la vez que se me mojaba toda la concha.
Pero, nunca imaginé cuánto cogería en esas vacaciones.
Llegamos al apartamento y entre subir las valijas y alguna otra cosa se hicieron las 11 y algo de la noche, pero, a los viejos les pareció lógico que yo quisiera ir a dar una vuelta por Gorlero.
Ellos venían muy cansados y seguramente no demorarían nada en dormirse. Y yo a pesar de mi promesa de volver temprano sabía que no habría control y por lo tanto estaba libre.
Salí vestida totalmente informal, pero en un descuido de mis viejos, llevé conmigo una pequeña mochila.
Bajé al garaje del edificio y en el auto de mis padres comencé a cambiarme la vestimenta, me puse una cortísima minifalda y como estaba muy caluroso, arriba sólo me coloqué la parte superior de la malla de baño, o sea un ...