TEMPORADA DE PUTEAR” 1era. PARTE
Fecha: 14/11/2023,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: putonpatrio, Fuente: RelatosEróticos
... minúsculo sostén que apenas tapaba mis exuberantes pechos.
Como frutilla de la torta me calcé unas sandalias altísimas.
Aquella escandalosa vestimenta era ideal para mis libidinosos planes.
Por último saqué de mi carterita, el regalo que me habia hecho mi novio, (el veterano), la última noche que nos encamamos.
Era un pequeño huevito de caucho que dentro tenía un fuerte vibrador a control remoto.
Yo pensaba llevarlo metido bien adentro y con el control ir prendiendolo de vez en cuando.
Aparté la tanguita y comencé a meterlo en mi cachucha, no quería que se fuera a caer, así que con dos dedos me lo fui enterrando bien.
En esa tarea estaba, cuando noté que tenía totalmente mojada la pepa, y que ella solita apretaba y soltaba mis dedos, ya bastante caliente, apenas los saqué tomé el control para probar si funcionaba bien.
Cuando aquello empezó a vibrar en el fondo de mi concha, me entraron a correr chuchos por el cuerpo y ya no pude más.
Unos diez minutos después de casi romperme la columna mientras me cimbraba de goce, entre mis dedos y el control había largado un par de polvos.
Antes de salir del auto, tuve que secar un poco el asiento pues lo había dejado muy mojado.
En ese momento, noté que alguien me estaba observando, al voltear la mirada vi al sereno del garaje.
Estaba acompañado por otro tipo al que nunca antes había visto.
El sereno era conocido de mis viejos, tenía unos cincuenta años, petizo y bastante pelado; el otro era más ...
... o menos de la misma edad pero muy alto y muy grande.
El desconocido se mantuvo en silencio, pero me miraba descaradamente con una cara de baboso que al principio me molestó, aunque muy pronto noté como corría por mi cuerpo una sensación muy excitante.
Mientras el sereno se despachaba con todo desparpajo con un verso sobre cómo se sentirían mis viejos al enterarse de la vestimenta ... "prácticamente de puta" con la que estaba por salir y que por si fuera poco me había hecho una paja en el auto.
Yo a esa altura ya alzada, lo escuchaba mirando sin disimulo alguno el tremendo bulto que lucía en su entrepierna el otro tipo.
Diciéndome…
porque razón no puede ser esta, la oportunidad para sacarme el gusto y que me garchen un par de veteranos ordinarios (y no "finolis" * ( ) y de guita como los que me cogían seguido en Bs. As.).
El sereno aun no terminaba su discurso, yo cadenciosamente y balanceando mis caderas sobre mis putisimas sandalias me había acercado al desconocido, sin dejar de mirarle aquél enorme pijón que ya era evidente al estar parado y recontra duro, mientras él me desnudaba con su lasciva mirada.
El sereno fue callando su fingido sermón, y yo sin darles tiempo a nada ni quitar mis ojos del grandote pregunté “tienen algún lugar tranquilo donde podamos tomar algo y charlar un rato”...
Demoraron poco en responder, el sereno comenzó a decir…
... mi oficina hasta que, en un arranque de sinceridad concluyó diciendo, en mi pieza.
Allí no nos ...