1. Estrené a una Testigo de Jehová (II)


    Fecha: 16/11/2023, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Omar89, Fuente: CuentoRelatos

    ... de muchos creyentes que son adúlteros y se dedican a lanzar mensajes moralistas sobre la sexualidad. Tanto la Iglesia Católica como la religión de Alicia predicaban contra el sexo prematrimonial, algo que desde mi perspectiva como creyente, pero que pensaba de manera racional, nunca llegué a compartir. No podía entender que Dios o la Naturaleza nos haya dado unos instintos para luego no utilizarlos con responsabilidad.
    
    Decidí reunirme con Alicia ese mismo día para hablar de lo nuestro, no podía esperar al sábado para verla. Ella vino llorando por lo sucedido, y temía que los ancianos le expulsaran de la comunidad de los Testigos de Jehová por lo que había hecho, ya que si le preguntaban no podía mentir, y acabaría rompiendo a llorar delante de ellos. Mientras me explicaba todo, yo no paraba de mirar sus ojos, la forma de mover sus labios…
    
    “Alicia, no sé qué pasará con tu futuro, pero respecto al mío, sólo puedo recitar aquellas palabras de Rut a su suegra Noemí: <<No me ruegues que te deje, y me aparte de ti: porque donde quiera que tú fueres, iré yo; y donde quiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios”, le dije citado Rut, capítulo 1, versículo 16.
    
    Alicia se sentó sobre mis rodillas y me besó. Notaba que cada vez que le citaba pasajes bíblicos se excitaba. Metí mi mano izquierda sobre su falda recorriendo sus piernas mientras con la derecha rodeaba su cintura, atrayéndola hacia mí. El contacto de mis labios con los suyos y el tacto ...
    ... de sus piernas me encendieron, notando ella mi erección por debajo del pantalón vaquero que llevaba. Ella, al sentirlo, se retiró, poniéndose de pie y de espaldas a mí. Que me lo pusiera difícil para yacer con ella me excitaba más. Me puse de pie, me acerqué a ella, y rodeándola con mis brazos, le dije: “Si te van a echar la bronca esos ancianos envidiosos, ¿qué más te da llegar hasta el final?”, acto seguido, comenzaba a besar su hermoso cuello, mientras comenzaba a suspirar, a lo que siguió mi mano sobre su vulva por encima de aquella falda. Alicia, pese a toda la culpa y vergüenza que sentía por haber sido descubierta por dos inquisidores de su comunidad, sentía aún más la excitación por aquellos besos y tocamientos.
    
    “Para mí eres como Betsabé, aquella mujer que conquistó el corazón del rey David mientras este la contemplaba cuando se bañaba en una piscina. Así me pasó contigo, al verte aquel día repartiendo el mensaje de Dios, o cuando luego te vi desnuda en mi piscina. Si este sentimiento es pecado, necesito pecar ahora mismo”.
    
    Caímos sobre mi cama mientras nos besábamos. Con sus brazos rodeaba mi cabeza, mientras yo hacía lo mismo con su cintura. Aquella lengua fresca se movía dentro de mi boca buscando la mía, poniéndome la polla como una roca. Empecé a subirle la falda hasta poder acariciar sus piernas por encima de las rodillas. Esas piernas estaban tan bien formadas que necesitaba estar en medio de ellas. Así que tendí boca arriba a Alicia, le subí la falda, ...