1. Fantasía en tres actos (3)


    Fecha: 18/11/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Vaquita, Fuente: CuentoRelatos

    ... me andaba por volver a coger con Mario y se dio la oportunidad pronto. En la oficina se haría un inventario-auditoría para la cual sólo estábamos requeridos en el inicio del día con el fin de dejar archiveros y escritorios abiertos. Así como la relación de documentos. Por lo demás, era un día libre, pero no se lo comenté a mi marido, Mario y yo teníamos otros planes.
    
    En la noche previa, le hice una rusa a mi marido y me unté bien las tetas, dejé a mi marido agotado con todos los juegos previos y durmió de corrido, pero esa mañana me desperté con él encima y me dio una cogida excelente. Se vino bastante y se metió a bañar porque debía llegar muy temprano a su despacho. Yo me puse mi bata y fui a prepararle el desayuno. En los preparativos del desayuno, me empezó a escurrir su semen en las verijas, de inmediato supe lo que haría al rato con Mario, así que decidí no bañarme.
    
    Al legar a la oficina, ya había compañeros administrativos dando instrucciones sobre lo que deberíamos hacer. Fue sencillo y quedamos liberados.
    
    –¿Quieres que vayamos juntos a otra parte…? –le dije a Mario.
    
    –Dime a dónde –contestó alegre.
    
    –Por el mismo camino que la vez pasada, pero vi un motel antes –le dije recordando uno que lo pasamos y yo pensé que allí se metería.
    
    –Dime cuál, porque hay como cuatro o cinco antes –y recordé que sí, pero sólo se me quedó el nombre de uno.
    
    –El primero, se llama “Costa del Sol” –contesté.
    
    –Vamos a ése, pero el primero en la carretera se llama ...
    ... “Villa Nueva” –me enmendó.
    
    –¡Uy, qué conocedor…! ¿Cuántos conoces? –pregunté.
    
    –Sólo unos cuantos, a donde vamos mi hermana y yo –precisó.
    
    –Quiero uno con yacusi, yo pago el excedente porque no me bañé hoy y hay más tiempo para retozar, incluso en el agua – me apresuré a contestar con doble intención: que no fuera a creer que yo quería aprovecharme de su calentura, y dejarle ver que iba a encontrarse con un sabor extraño.
    
    –El que mencionaste tiene habitaciones con yacusi y otras con alberca, tú dices.
    
    –Lo que cueste menos. Nos vemos en el estacionamiento de Perisur, sígueme – contesté al separarnos para subir cada quien a su auto.
    
    Al llegar a Perisur, dejé mi auto y me subí al suyo y continuamos charlando. Yo tenía curiosidad de que él tomara muy naturalmente que cogiera con su hermana, además de platicármelo sin pisca de rubor.
    
    –¿Alguno de tus familiares o amigos sabe que ustedes, tu hermana y tú tienen relaciones sexuales? ¿Cuántos años tiene ella? –pregunté con suma curiosidad.
    
    –Bertha, mi única hermana, tiene tres años menos que yo, acaba de entrar a la menopausia. Tiene un hijo, del cual no se quiso hacer responsable el novio cuando la embarazó. Nadie sabe que cogemos, sólo tú –me dijo en tono de advertencia.
    
    Al notar mi interés, siguió contándome del asunto. Me confesó desde la juventud estaban enamorados uno del otro, al grado de que, cuando desapareció el novio, Mario desistió de casarse y dedicarse a cubrir las necesidades de ellos, pero ella no ...
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