Fantasía en tres actos (3)
Fecha: 18/11/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Vaquita, Fuente: CuentoRelatos
... respiración. “Puta”, dijo al chocar su copa con la mía. “Puto”, le respondí. Sentados, recargados en la cabecera y acariciándonos, se terminó la segunda copa. Mario sirvió la tercera y nos pusimos a platicar.
–Sólo recuerdo haber tomado atole de flujo y semen cuando mi hermana andaba de novia, y me gustó mucho. Pero nunca había probado las tetas con crema, también me gustó el sabor, más en estas que tienen la suavidad precisa para adaptarse a toda la cavidad bucal –dijo saboreando el vino y jalándome un pezón.
–Y yo que quería bañarme para no molestarte –dije mintiendo vilmente –¿Entonces sí se nota el sabor del semen en la vagina? –pregunté, recordando que Miguel me chupó muy rico tres horas después que Mario se vino en mí.
–¡Claro que se nota la diferencia!, te dije que venías muy cogida, con los vellos pegados y las piernas chorreadas… ¡No me digas que la vez pasada…! – se quedó mirándome con gesto de interrogación.
–¡No!, la vez pasada sí me había bañado en la mañana, cuatro o cinco horas antes de que mi marido me cogió –le informé.
–Pregunto por él, mi vaquita… –aclaró.
–Pues sí, no tuve tiempo de bañarme porque me llevó al restaurante apenas llegué, pero ya había pasado tiempo, eso fue cuando regresamos a casa –expliqué, tratando de disminuir su temor–. Además, en el restaurante me limpié lo mejor que pude con papel sanitario y toallas mojadas –concluí.
Pues las toallas habrán limpiado tus pelos y las chorreaduras, pero el sabor no se va ...
... fácilmente, menos con la cantidad que me ordeñaste –aseguró incrédulo–. ¿Te dijo algo al chuparte? preguntó curioso.
–No, pero sí me chupó más gustoso que otras veces… –aclaré.
–Es que tú sabes muy rica, y venida, sabes más rica –dijo entornando los ojos–, y no me refiero a la venida de otro, sino a la tuya. Pareces río cuando te vienes.
Continuamos cogiendo, platicando y chapoteando en el yacusi, hasta que se acabó la botella y nos retiramos a la hora acostumbrada. Por si las dudas, yo me tallé muy bien para quedar limpia.
Al llegar a mi casa, terminé de hacer la comida que inicié a preparar desde la noche anterior, como es frecuente, y me puse a esperar a mi marido, como buena ama de casa hacendosita.
Ya en la cama, al parecer, yo aún andaba con las feromonas libres pues mi marido se fue con la nariz directamente a la vagina. Yo abrí mis piernas y su lengua entró a explorarme. ¡Me calentó! Le tomé la cabeza y me tallé la concha con su cara para pajearme recordando las chupadas que me dio Mario.
–¡Ya cógeme! ¿O es que necesitas otro más para eso? –le grité y me penetró dándome un beso.
Antes de abrazarme se metió una teta a la boca y se movió hasta venirnos. Quedamos sudados. Apagué la lámpara y me abracé a Miguel.
–Tu panocha olía y sabía riquísima. Ya me la imagino cómo la dejé ahorita, mañana en la mañana quiero chupártela. También imagino cómo te quedaría con dos o más leches distintas –confesó.
–Eso de que me coja otro sólo me lo has dicho cuando me ...