1. Mi suegra y su panocha apretada por falta de uso


    Fecha: 22/11/2023, Categorías: Incesto Autor: RRuser, Fuente: CuentoRelatos

    ... mano y mi tronco con la otra empezó un movimiento circular de arriba a abajo chupando la cabeza, algo que ni Yesica ni mi tía Rosario me habían hecho antes, y me hacía retorcer del gustó que me daba, chupando verga, tenía mucha experiencia. Sentí que me venía, así que antes le pedí que me dejara chuparla también, se acomodó en 69 sobre mí y regresó al mismo movimiento de mamada, yo metía mi lengua en su panocha lo más que podía mientras abría sus nalgas y al hacerlo se abría también su ano, dirigí mi lengua a su agujero y no me lo impidió, así que empecé a penetrarla y se acomodó de tal modo que mientras le hacía el oral en el ano, ella frotaba su panocha en mi mentón, sin detener su movimiento en mi verga, se movía mas rápido, me jalaba la piel del tronco tan fuerte y aunque me dolía, estaba cerca de mi orgasmo. Empecé a gemir y a venirme en la boca de mi suegra, pensé que se apartaría pero no lo hizo, recibió toda mi leche en su boca, succionaba tratando de exprimir todo lo que pudiera y pude sentir el momento en que al sacar mi verga de su boca, pasó mi semen por su garganta, sin duda tenía mucha experiencia. Me encantó lo que hizo y la venida tan rica que tuve. Yesica estaba teniendo un orgasmo mientras se masturbaba a unos centímetros de nosotros, después me contó que su mamá le enseñó la lengua mostrándole que se los había pasado todos.
    
    Mi verga seguía dura. Melinda después de darme un beso en la boca y pasarme el sabor de mi semen, se acomodó a un lado de mí en ...
    ... posición de perrita quedando su culo frente a Yesica, yo me paré y me puse atrás de ella, me acomodé hincado entre sus piernas y puse la cabeza en la entrada de su vagina, tuve que hacer algo de presión para entrar y me costó trabajo deslizarme dentro de ella, mientras gemía y me pedía que lo hiciera despacio, a diferencia de Yesica y mi tía con quienes lo hacía más seguido, mi suegra estaba apretada, sentía la presión en mi verga, así que las metidas las hacía despacio y en cada metida entraba un poco más, hasta donde ella me pidió que la dejara, aún quedaba un tramo de mi verga por entrar, pero con lo que tenía adentro se sentía bien, así que hasta ahí entraba y salía, cada vez más rápido, gemía y sus gemidos eran entre placer y dolor, con cada metida yo entraba un poco más y después de algún rato, mi abdomen ya chocaba con sus nalgas, me acordé que Yesica me contó que su papá le daba nalgadas a Melinda, así que yo hice lo mismo, lo cual parecía gustarle pues echaba su culo hacia atrás y gemía más fuerte. Con sus tetas colgando y solo sus pezones fuera del brasier, Melinda volteó a ver a Yesica que estaba hincada en la orilla de la cama, con las piernas medio abiertas y masturbándose con una mano mientras sobaba sus pechos con la otra, reposó su rostro y tetas sobre la cama y extendió su mano para acariciar la pierna de su hija. Al tener empinada así a mi suegra tomé sus caderas y mis embestidas fueron más fuertes, lo apretado de su panocha me hacía tener la sensación de una ...