1. Mi suegra y su panocha apretada por falta de uso


    Fecha: 22/11/2023, Categorías: Incesto Autor: RRuser, Fuente: CuentoRelatos

    ... succión cómo la de la mamada que me había dado, comenzó a temblar su cuerpo y a mover sus caderas cómo atrayéndome más hacia ella, su vagina comenzó a contraerse y sentí muy caliente y húmedo dentro de ella gemía fuerte y trataba de callar sus gemidos poniendo su cara en la almohada. Yesica le siguió en gemidos y al terminar se acostó a un lado de su mamá.
    
    Las dos parecían sin fuerzas, recosté completamente a Melinda sobre la cama y así boca abajo, sin sacarle la verga me la seguí cogiendo, se sentía muy apretada y en esa posición parecía que algo me doblaba la verga por dentro de ella, quien se quejaba un poco cuando yo estaba en ese punto dentro de ella. Mi cuerpo estaba apoyado sobre mis brazos y así solo movía mi cadera entrando y saliendo, mi suegra quien tenía las piernas medio abiertas, solo se dejaba coger, parecía agotada, pero sus gemidos tenues demostraba que lo disfrutaba. Así después de un rato me vine dentro de ella mientras Yesica me veía a la cara y sonreía al ver mis gestos de satisfacción.
    
    Con un poco de dolor saque mi verga de la panocha de mi suegra. Le dije: "Suegrita estás bien apretada vamos a usarla más seguido si?". Ella me contestó: "Sí, cuando quieran, pero hay que ser muy discretos, nadie debe saber lo que hagamos de acuerdo?". Y tanto Yesica cómo yo le ...
    ... contestamos que así sería. Después de una cogida así, nos quedamos dormidos los tres.
    
    Por la mañana el encargado nos fue a avisar que ese día se acababa nuestra estancia, en el balneario ya había muchas familias y visitantes, así que estuvimos de acuerdo los tres en ya irnos. Recogimos nuestras cosas y salimos antes del mediodía a pasear al pueblo y a comer. Nos tomamos fotos y ya por la tarde salimos hacia Morelos, donde vivimos, a dónde llegamos casi a la media noche. Cuando entramos a su casa, se levantó mi cuñada Luisa, nos saludó y dio la bienvenida, luego se fue a acostar. Yo me despedí con un beso en la boca de mi suegra, quien me dijo: "hasta mañana gordito nalgón, me dejaste adolorida cómo a Yesica cuando la desfloraste, me las vas a pagar" y luego se metió con su maleta a su cuarto. Yesica salió a despedirme a la calle, me abrazo fuerte con sus brazos en mi cuello, me incliné para besarnos y con un beso apasionado y tierno me dijo "Gracias amor. Te amo para siempre." Nos dimos las buenas noches, se metió a su casa y yo fui a entregar el coche a mi abuelo y a dar las gracias por prestármelo.
    
    Y así tuvimos muchos encuentros calientes con mi suegra, casi siempre los tres, mi esposa, mi suegra y yo.
    
    Saludos y gracias por leernos, ojalá sigan disfrutando de nuestros relatos. 
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