1. Esmeralda


    Fecha: 06/12/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Esmeralda era una mujer bella, independiente, ojos verdes y cabello rubio. Las piernas eran cortas pero muy atractivas, pechos medianos que se balancean y una figura bastante envidiable. Tenía tanto dinero que podía permitirse cualquier lujo. Era una mujer tan popular que siempre salía en revistas y encima, era muy deseada tanto por hombres como mujeres.
    
    En su mansión tenía a su servicio a hombres que cumplían con todos sus quehaceres y tareas sin rechistar. Al entrar, firmaban un contrato que de incumplirlo les llevaría a una cosa peor que la ruina económica. Uno de los nuevos era Jason, un chico joven de pelo corto y cuerpo delgado que deseaba ganar dinero. No entendió como le habían escogido entre tantos candidatos pero no le puso pegas alguna, era dinero a fin de cuentas. En cuanto a su pene, era algo pequeño, huevos que apenas se veían y una mata recortada por él. Lo que paso durante las primeras semanas y descubrir el motivo por el alto salario...le cambió la vida. Ahora era uno más, un fiel sirviente, ahora era un esclavo más de ella.
    
    —Mi señora—tocó a la puerta de madera.
    
    —Adelante—respondieron del otro lado.
    
    Entró completamente desnudo, con su pene flácido y encogido mientras su única vestimenta era una pajarita en el cuello más grande que su virilidad. Esmeralda estaba desnuda de cintura para abajo, con su delicioso coño a la vista del muchacho cuyos ojos se fijaron en aquellos labios. Ella se tumbó en la cama con las piernas abiertas mientras le ...
    ... miraba.
    
    —¿Acaso te vas a quedar ahí?—preguntó.
    
    Jason salió de su mundo y se acercó rápidamente mientras se colocaba de rodillas. Enseguida sacó su lengua a paseo lamiendo la vagina de la mujer que comenzó a dar unos pequeños gemidos. Había sido entrenado para ello, para usar su lengua en aquel coño húmedo y su polla empezó a ponerse dura mientras la mujer daba gemidos que resonaban por el cuarto.
    
    Unos minutos más tarde, la chica estaba lista y le ordenó parar. Él se levantó, con la polla apuntando a su vagina. Esmeralda levantó el pie y le dio un fuerte golpe en los huevos haciendo que se arrodillase de dolor mientras se agarraba su entrepierna.
    
    —¡Chicos es la hora!—hizo sonar la campana—¡y tú no te pongas duro sin permiso!.
    
    —Si...mi...reina—el dolor era cada vez peor.
    
    Entraron por la puerta dos hombres grandes, desnudos y con un rabo tan grande que asustaba a cualquier mujer, salvo a Esmeralda. Sus grandes huevos como melones se balanceaban de un lado a otro con los movimientos. En la base del escroto una cuerda que evitaba eyacular. Eran tantos días que sus huevos eran azules, los pobres tenían prohibido correrse.
    
    El más grande de ellos, Jack, se puso sobre Esmeralda e introdujo su polla haciendo gritar a la mujer de placer. Él, comenzó a envestir a su señora dando largas embestidas mientras ella agarraba la espalda. El hombre gemía de placer cada vez que metía y sacaba su pedazo de polla. Jason y el otro miraban la escena.
    
    —Oh si...dame...dame más...—ella ...
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